¿Acosado o acosador? Un drama escolar

ALICIA LAGE NEIRA, psicóloga

A MARIÑA

CARMELA QUEIJEIRO

12 mar 2023 . Actualizado a las 15:25 h.

En España, alrededor del 30% de los niños maltratan a otros y cerca de un 10% son víctimas de esta violencia. Muchos acosadores alternan entre el papel de acosador y el de acosado, dependiendo de dónde se encuentren en el grupo al que quieren pertenecer, así es como pueden sobrevivir. Casi el 50% de los niños son testigos pasivos del dolor de los demás, no lo denuncian, no lo cuentan en casa, no se implican y, aparentemente, no les llama la atención.

El niño acosado suele tener entre 7 y 13 años. Es más que probable que tenga ciertas características que lo separan arbitrariamente de lo que otras personas o grupos perciben como la norma y tiende a disfrutar de actividades que pueden ser categorizadas como “raras” para un niño de su edad. Sus compañeros lo condenan al ostracismo, lo castigan, se siente impotente y triste, experimenta miedo o ansiedad, y su autoestima -y la estructura misma de su personalidad- se ven amenazadas.

Por su parte, el perfil del acosador es el del que no puede ser considerado importante a menos que ejerza a través de la fuerza física, o psicológica, su soberanía y para ello necesita de otro al que someter. No sabe canalizar sus frustraciones y no se pone en el lugar del otro porque eso significaría su colapso y su mala salud emocional.

Este problema tan común suscita varios interrogantes: ¿no son los acosadores también muy vulnerables antes de convertirse en un peligro para la sociedad? ¿No deberíamos actuar frente a la negatividad del grupo? ¿Esta negatividad lo silencia, perpetúa la culpa de la víctima y admira directa o indirectamente a un líder vulnerable cuya fuerza existe solo en la malicia, el narcisismo vacío y la falta de empatía?

La solución está en nuestras manos: en el hogar y en la escuela. Las familias son una de las principales fuentes de protección para los niños -acosados o acosadores-, las responsables de proporcionar un ambiente de confianza, de valorar la necesidad de ayuda y de ser conciliadores en el ámbito escolar (previa denuncia si es necesario).

*Alicia Lage Neira, de la clínica Sinapsis. Psicología y Logopedia.