La parroquia de Barreiros de 47 vecinos que contrató al Combo Dominicano repite y sube el listón

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso BARREIROS / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

Vilamartín Pequeno, con una comisión de solo dos personas, firma también a Los Satélites y servirá churrasco gratis en sus patronales

20 mar 2023 . Actualizado a las 09:56 h.

Se asoma el verano y con él las grandes fiestas que salpicarán el calendario estival por todos los rincones de Galicia, en las populosas ciudades y en los pueblos y aldeas donde los vecinos se las apañan para cerrar los carteles, que son el fruto del trabajo que vienen desarrollando desde meses atrás, en la sombra. El año pasado, Vilamartín Pequeno, en Barreiros, un núcleo con 19 casas y 47 vecinos, se hizo muy popular por contratar a una de las mejores orquestas, el Combo Dominicano. Fue un reto, recibir a miles de personas en el pueblo. Se habilitaron aparcamientos en prados y al final fue un éxito, para celebrar al patrón, San Xoán Degolado.

El mérito es sin duda mayor si se tiene en cuenta que la organización de la fiesta, como viene ocurriendo desde hace años en la parroquia barreirense, corre exclusivamente por cuenta de dos vecinos, Yoni Peña Bermúdez, de 46 años, y José Antonio Rodríguez Fernández, de 69. Partiendo de los 150 euros que aporta cada casa -un pacto en la parroquia que se remonta a cuando la economía se movía en pesetas, eran entonces 25.000 pesetas, que se han mantenido en el tiempo-, lograron reunir los más de 20.000 euros que costaron las fiestas (13.340 solo la actuación del Combo), que se prolongaron dos días.

Yoni Peña y José Antonio Rodríguez ya llevan tiempo trabajando en el nuevo programa. Y, tras aprender de la experiencia de haber reunido en Villamartín Pequeno a unas 3.000 personas con la actuación del Combo, fruto de su entusiasmo han elevado el listón y tirado la casa por la ventana. Volverá el Combo Dominicano, pero también tocarán Los Satélites y, por si fuera poco, servirán churrasco gratis. Son algunas de las novedades del programa de los días 16 y 17 de junio.

El día grande será el 16 de junio, con la verbena con El Combo Dominicano y Los Satélites. El 17 se celebrará la segunda edición de la fiesta del requesón, con comida al mediodía y sesión vermú con el grupo Lume. «E despois estamos pendentes de pechar o cartel con algún grupo ou orquestra máis. E pola noite, tamén o 17, haberá churruscada gratis, para todo o que se achegue a Vilamartín», apunta Yoni Peña.

Más programa (el año pasado acompañó al Combo una discoteca móvil y este lo harán Los Satélites), más fiesta y más presupuesto, que se eleva de momento a unos 24.000 euros.

La regla de tres no falla: la consecuencia es más trabajo, que Yoni Peña y José Antonio Rodríguez asumen con entusiasmo: «Gústanos. É algo que levamos dentro. Como a festa do ano pasado saíu moi ben, todo o mundo quedou contento, deixamos reservado ó Combo Dominicano. Ao manternos o prezo, xa o confirmamos. E dámoslle unha volta á festa. Non temos moito marxe, porque solo somos dous na comisión, pero estamos en elo», apunta Yoni Peña.

«O ano pasado cubrimos gastos, e como nos sube o orzamento temos que pensar en algo máis. Todo é a base de traballo. Empezamos xa en setembro, coa venda de lotería, 18.800 euros dos que nos quedan libres, polo recargo, uns tres mil. Estamos pensando en facer unhas camisetas, co tema da degustación do requesón, e non paramos de buscar anunciantes. Despois imos pedindo porta a porta, casa a casa. E así, con moito traballo, imos xuntando. Eu tiro dos fines de semana que teño libres, e como José está xubilado, pode saír máis a vender lotaría pola semana, vai polo mercado de Ribadeo, Barreiros, por Foz, Trabada...», comenta Yoni Peña. Y añade: «A nosas familias xa saben o que hai. Gústanos, isto levámolo dentro, e mentres teñamos saúde imos seguir, aínda que nos costa moito tempo e non reparas en gastos nin en favores que deixas a deber. Pero a satisfacción de facer a festa e que saia ben, que a xente do pobo se sinta orgullosa, é moi grande. É o que buscamos. Que saia ben. O ano pasado non nos quedaron máis cartos que para ir comer o polbo ás San Lucas, invitando á xente que nos axudou o día da festa. É como unha enfermidade que padecemos. Na casa xa nos deixan por imposibles», concluye con una sonrisa Yoni Peña.