El cerebro del hombre y el de la mujer, una cuestión de tamaño

ALICIA LAGE NEIRA, psicóloga

A MARIÑA

ANA GARCIA

26 feb 2023 . Actualizado a las 15:08 h.

Lise Eliot, neurocientífica de la Universidad de Rosalind Frankin, publicó en la revista Neuroscience and a Biobehavioral Review, una meta-síntesis de treinta años de estudio, en el que, efectivamente, se constatan diferencias entre ambos cerebros, pero no debido al sexo o al género, sino a su tamaño.

En el estudio se confirma que el cerebro de las mujeres es de promedio un 11% más pequeño que el de los hombres. Y que los cerebros más pequeños tienen una mayor proporción de materia gris con respecto a la materia blanca, y una mayor proporción de conexiones entre los dos hemisferios cerebrales. Y aquí radica la diferencia en el tamaño del órgano. Los cerebros más pequeños tienen un más y mejor procesamiento de la información por el volumen de la materia gris, es decir, mejor atención y memoria y mejores habilidades para el lenguaje, la empatía y la cognición social, gracias a las buenas conexiones interhemisféricas.

Así que para determinados procesos mentales el tamaño del órgano sí importa y no las diferencias de género. Ginna Ripon ? autora de El género y nuestros cerebros, libro en el que rompe el mito del cerebro femenino-, dice que es el trato diferenciado que reciben los niños y las niñas desde que nacen lo que provoca que los cerebros se desarrollen de manera diferente. Unos resultados que provocan controversia en cuanto a que, desde los albores de la neurociencia, siempre se le atribuyó según qué habilidades a los hombres o las mujeres. Sin embargo, para el grupo de Eliot las diferencias son insignificantes. Y, por tanto, el cerebro, al igual que cualquier otro órgano, no tiene sexo ni género, no existiendo características generales que lo diferencien.

El estudio de Eliot es un todo un desafío al Neurosexismo, es decir, al uso de los principios de la neurociencia para justificar estereotipos y roles. Pero, al tiempo, no niega la existencia de cualquier diferencia de género. Por ejemplo, en la investigación en salud mental se ha demostrado que existen disparidades importantes según el sexo en la prevalencia de algunas enfermedades como la depresión, el déficit de atención con hiperactividad y el autismo. Reconocer las diferencias puede ser clave a la hora de encontrar los tratamientos adecuados.

* Alicia Lage Neira, gerente de la clínica Sinapsis en Burela. Psicología y Logopedia.