Una costa lucense de dos velocidades; desde Ribadeo se tarda casi lo mismo en llegar a Avilés que a Viveiro

José Francisco Alonso Quelle
j. alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Cada vez más mariñanos miran hacia Asturias, a su aeropuerto en Ranón, a sus áreas comerciales en Avilés y Oviedo y a su ocio en Gijón

25 ene 2023 . Actualizado a las 14:31 h.

La Transcantábrica creó una Mariña de dos velocidades. Una llega desde Ribadeo hasta Barreiros y continúa por Lourenzá y Mondoñedo, hacia su conexión con la A-6. La circulación por la otra, la más industrial, por la costa hasta O Vicedo, quedó relegada a una maltrecha carretera nacional. Las consecuencias saltan a la vista. No es casual que grandes empresas comerciales elijan Ribadeo para abrir. Tampoco que el polígono de A Espiñeira esté totalmente vendido, sus tres fases. Pero más que evidente, lo que desazona, son las dudas que generan las preguntas: ¿cómo sería hoy Viveiro -la franja de Foz a O Vicedo- de contar con una autovía que lo conectase con Ferrol y con Asturias?

 La vertebración de A Mariña por carretera no existe. La mano negra que ya denunciaban hace décadas grupos de empresarios mariñanos, que veían una sombra que coartaba el desarrollo de A Mariña porque su prosperidad atentaría contra otras zonas de la provincia y de Galicia con mucho menos que ofrecer, sigue siendo muy alargada. Hay decisiones políticas que lo hacen sospechar. Así las cosas, a nadie puede extrañar que cada vez más mariñanos miren hacia Asturias, a su aeropuerto en Ranón, a sus áreas comerciales en Avilés y Oviedo, a su ocio en Gijón... Porque cogiendo un coche en Ribadeo, se tarda prácticamente lo mismo en ir a Avilés que a Viveiro, con ser casi el doble de kilómetros.

Las evidencias son sonrojantes. La autovía ha puesto a una parte de A Mariña a un paso de Lugo y A Coruña, mientras ya nadie se plantea ir a Ferrol, mucho menos a Ortigueira... Finisterre comienza en O Vicedo.

Y así sigue A Mariña, y van dos décadas, clamando en el desierto, harta de promesas, ninguneada, desesperanzada, consolándose con especular con cómo sería de tener lo que por justicia le corresponde.