Política y sociedad civil

A MARIÑA

Pepa Losada

24 ene 2023 . Actualizado a las 18:23 h.

¡Qué casualidad!Coincidiendo con el fin de semana de máxima afluencia en FITUR, visitantes y políticos, gran socavón en la N-642 que para los mariñanos y nuestros visitantes promueve una vuelta de 80 minutos entre Viveiro y Ribadeo. Si añadimos el corte de la circulación ferroviaria entre Burela y Ribado. Si añadimos la situación por derrumbe en la A-6 a su paso-entrada a Galicia por Piedrafita. Si añadimos que la prometida vía rápida -autovía de la Mariña- que no sabemos más allá del papel cuando la podremos disfrutar con su correspondiente paso eludiendo nuestra querida vila do Landro camino de la costa hacia Ferrol. Casi podemos retroceder en el tiempo de cuando Don Jorgito el Inglés nos visitaba con Antonio da Traba, o los viajes de Ruth Matilda Anderson lo hacía con su padre y obtenía esas maravillosas instantáneas costumbritas de aquella Galicia en blanco y negro dónde sus mujeres cargaban toda suerte de utensilios o conducían aquellos carros Celtas que durante muchos años fueron causa del anuncio. " Conductor, precaución, de noche todos los carros son pardos".

Aquí en nuestro país que limita al norte con Inglaterra mar por medio, las cuestiones se publicitan en foros dónde se suele vender humo, pues otra cuestión bien distinta es cuando se resuelven y el ciudadano gallego lo disfruta. Por eso este 2023 electoral por partida doble tendrá muchos foros para prometer lo que en Euskadi y Cataluña hace años son realidades. Y es que ahí va la primera reflexión. ¿ Tienen el mismo trato los gallegos que los catalanes y vascos por parte del Gobierno de España?

¡Ah, pero no somos Comunidades Históricas las tres!. ¡Ah, pero no es patrimonio ideológico de las izquierdas la lucha contra las desigualdades y desequilibrios territoriales para igualar el ejercicio de la ciudadanía1.¡ Ah, pero no tenemos representantes para las demandas de la sociedad civil de la misma categoría que otras Comunidades!.

¿ Por qué tengo que soportar como en el Parlamento Vasco -cinco legislaturas- aprobábamos presupuestos dónde la Ordenación del Territorio les correspondía a las Instituciones del Autogobierno; los puertos deportivos, comerciales y pesqueros eran mi envidia como gallego residente en Vitoria, o como había ingentes cantidades para la red ferroviaria tanto de cercanías -Eusko Tren Bideak- como la Y Vasca de alta velocidad. Y desde luego el mantenimiento de las Instituciones Forales -en cuyo Gobierno estuve de 1999 a 2002- de la red de carreteras y autopistas?. Mientras mi querida Galicia: clama, sufre o espera paciente que se ocupen de ella, más allá de los anuncios electorales en los mítines o en los foros madrileños sitos en IFEMA.

Siempre me sentí incómodo como librepensador. Las distancias entra la sociedad civil y la política son como ese foso de la N-642, que tardarán no sabemos cuento tiempo en arreglarlo. O como el viejo FEVE que nació con vocación Cantábrica hacia Compostela pero también de conexión con la Meseta desde Ribadeo. Y es que mientras el papel aguanta todo lo que dicen los políticos, el único papel urgente que soportan los ciudadanos civiles son los insostenibles recibos de la energía eléctrica.