No hay salud sin salud mental

Alicia Lage

A MARIÑA

PEPA LOSADA

17 ene 2023 . Actualizado a las 18:22 h.

Suele decirse que «a nadie le da vergüenza admitir que es hipertenso o diabético, pero sí le suele costar reconocer que acude al psicólogo».

Dos años de pandemia, la guerra de Ucrania, las inquietantes noticias sobre la crisis climática o las emergencias humanitarias han agravado los problemas de salud mental. Y hoy, tanto en jóvenes como en adultos, emerge una plaga paralela de depresión y ansiedad.

El covid-19 significó un reto para el bienestar mental pues la soledad y el aislamiento social se tradujeron en episodios de angustia y desánimo. Pero, ¿por qué damos un halo de misterio a nuestra mente (sinónimo, cerebro)? ¿Por qué el hipertenso se toma un hipertensivo, y no lo cuestiona, pero con un psicofármaco ya no es lo mismo? ¿Depende del órgano afectado? Eliminar el estigma es acudir a un psicólogo cuando uno se encuentra triste, melancólico o tiene dificultades para concentrarse. Exactamente igual que un paciente diabético acude al endocrino o un afectado por una tendinitis visita al traumatólogo...

¿Por qué el dolor o malestar psicológico no suele ser tenido en cuenta de la misma forma que el físico (si se permite esa distinción, que es mucho más didáctica que real, puesto que el cerebro es algo físico como un órgano que es de nuestro cuerpo)?

Tenemos la ilusión de controlarlo todo, de que podemos hacer frente a esos problemas sin ningún tipo de ayuda o de que el mero paso del tiempo suavizará el dolor y el malestar. Y eso sin contar con que, aún hoy, se asocia la Psicología a un cierto misticismo a la hora de llevar a cabo un tratamiento anímico. Pero la Psicología es una ciencia de la salud. Y, como tal, su método científico consiste en una evaluación que se efectúa en base a una hipótesis diagnostica que se comprueba una vez realizado el correspondiente análisis o peritaje y que permite, de ese modo, establecer la necesidad de un plan de tratamiento o de reformular la hipótesis de partida.

Por todo ello, un psicólogo sin conocernos más que de una llamada -y a veces, ni eso- no va a dar consejos, tratando de adivinar una determinada circunstancia de vida, por compleja que sea, a modo de mentalista o adivino.

La salud mental, en los últimos años, ha ido ganando visibilidad y aceptación y, afortunadamente, hoy se está desprendiendo de tabúes y prejuicios que muchas veces la han envuelto sin razón.

Pero aún nos falta un largo camino por recorrer...

* Alicia Lage Neira, psicóloga, gerente de la clínica Sinapsis en Burela.