Los sindicatos recuerdan que hay un pacto vigente y reclaman «garantías» sobre las dos plantas, con el horno de cocción y el blindaje del personal de Alúmina como condiciones «esenciales»
18 ene 2023 . Actualizado a las 10:52 h.La sexta reunión entre Alcoa y el comité para modificar el acuerdo por el que se pararon las cubas y se comprometió el arranque de la electrolisis en 2024 terminó sin entendimiento. Al finalizar el encuentro, el comité criticó la posición de la multinacional, reclamándole «garantías» tanto para la planta de aluminio como para la fábrica de alúmina. Estas pasarían, explicaron los sindicatos, por ejecutar el horno de cocción de ánodos grandes y por ofrecer seguridad laboral a los trabajadores de la refinería.
«Estamos todavía muy lejos y vemos que la empresa insiste en decirnos que tenemos que traspasar líneas rojas, pero Alcoa en poco o en nada se está moviendo», lamentó el presidente del comité, José Antonio Zan, al final del encuentro, que se celebró en León y que comenzó en torno al mediodía, para acabar sobre las siete de la tarde.
Zan confirmó que la representación de los trabajadores espera cita para retomar la negociación la próxima semana. «Se pondrán en contacto con nosotros para ver cómo acaba este serial», explicó.
Alcoa convocó a los sindicatos para modificar el acuerdo firmado a finales de 2021 al no poder cumplir lo firmado en lo relativo a las inversiones comprometidas en San Cibrao, admitiendo que el horno de cocción de ánodos grandes no estará listo en el plazo previsto, y al calcular un sobrecoste en las mejoras pactadas de 88 millones de dólares.
Ante los escasos avances en las negociaciones para modificar el acuerdo, conversaciones que comenzaron a principios del pasado mes de diciembre, Zan recordó a Alcoa que «tenemos un acuerdo vigente, que está firmado por todos y es válido y que tiene que cumplir».
«Hemos intentado al máximo llegar a un acuerdo, pero vemos que las posturas están muy encontradas. Nos siguen faltando garantías para la planta de aluminio y para la factoría de alúmina», insistió el comité al final de la reunión.
«Ellos tienen que darnos respuesta a dos temas esenciales para nosotros: el horno de cocción de ánodos grandes para la planta de aluminio y las garantías laborales para el personal de la factoría de alúmina», concretaron los sindicatos. «Ahí podremos ver si se puede avanzar o si Alcoa nos está pidiendo que traspasemos líneas rojas sin darnos nada a cambio», apuntó Zan.
El horno de cocción de ánodos grandes es una de las principales inversiones dentro del paquete de mejoras comprometidas para la planta de aluminio, y los sindicatos consideran que el futuro de la factoría pasa por su consecución. Por otro lado, requieren dar seguridad laboral a los trabajadores de la refinería de alúmina ante la difícil situación de la planta, que produce a entre el 50 y el 60 % de su capacidad. Consultada al respecto de las negociaciones, la empresa no quiso ayer pronunciarse.
Para ayer estaba prevista una nueva reunión de la mesa de seguimiento por el acuerdo, en este caso con la presencia de las Administraciones. Finalmente fue suspendida al coincidir con el encuentro entre la patronal y los sindicatos.
Ligan al parón en Alcoa la caída en un 20 % de la demanda de electricidad en Galicia en 2022
Por otro lado, el Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli), constató ayer a partir de datos de Red Eléctrica de España (REE) una disminución interna de la demanda de electricidad de un 20 % en los nueve primeros meses de 2022, situación que «semella causada pola diminución do consumo industrial e, particularmente, pola paralización planta de aluminio de Alcoa en San Cibrao».
Ogacli alerta de que la producción eléctrica fósil se incrementó un 26% en Galicia en 2022, lo que contrasta con la caída del 19% de las energías renovables. Así, avisa de que se produjo un incremento de gases invernaderos asociados a la producción de electricidad en 2022 tras cuatro años consecutivos de bajada en Galicia, con 3,5 millones de toneladas, un 30% más respecto a 2021.
Ogacli subraya que la transición eléctrica «retrocedió» durante 2022, de forma que las emisiones de gas invernadero asociadas a la producción eléctrica gallega volvió a aumentar después de una senda descendente desde 2018.
Mientras, la producción renovable representó el 64% del total, lejos del 100% que debe suponer en 2030, con un estancamiento debido a la bajada del 46% de la contribución de embalses. Por su parte, la generación eólica solo tuvo un leve avance del 2%, si bien sigue como la principal fuente energía en territorio gallego.