La Guía Michelín recomienda la cocina del restaurante Javier Montero de Ribadeo

La primera estrella Michelín del Occidente asturiano, lograda el pasado martes por el restaruante Ferpel de Ortiguera, en Coaña, puede contribuir a allanar el camino a hosteleros mariñanos cuyos proyectos culinarios suenan desde hace años para el preciado reconocimiento. Así lo considera Javier Montero, propietario del restaurante Javier Montero de Ribadeo: un negocio que vuelve a ser recomendado por la prestigiosa Guía Michelín por lo que define como «sugerente carta de cocina tradicional actualizada, con unos destacables menús degustación». «La estrella del Ferpel repercutirá para bien en A Mariña», considera el hostelero ribadense, que destaca que la renovación de la distinción, que el establecimiento consiguió por primera vez en el 2021, supone un premio «al trabajo del equipo» que encabeza junto con su mujer, María Teresa Iglesias Basanta, a quien todo el mundo conoce como Tita. El reconocimiento de la Guía Michelín les infunde, según comenta, «confianza para seguir trabajando con las ideas claras y ganas de ofrecer algo distinto» a los comensales.

El restaurante Javier Montero abrió en Ribadeo hace cuatro años, y el próximo reorganizará su oferta eliminando la carta para brindar al público un menú corto y otro largo, como avanza su impulsor, para «adaptar con más facilidad los menús a la estación». La Guía Michelín recomienda además el restaurante Regueiro, en Tox (Navia) y el Mesón El Centro, en Puerto de Vega. El Nito, en Viveiro, sigue siendo garantía de calidad.

Javier Montero, dueño del restaurante Montero: «Equilibrar el encarecimiento de la energía y del género es muy complicado: un mango cuesta 5 euros»

Javier Montero, de 49 años, mamó la cocina desde niño. «Mis padres tenían el Montero de Mondoñedo y desde muy tempranito recuerdo ayudarle a mi madre a picar las verduritas para el salpicón, pelar las perdices..., y también estuve en sala», resalta el hostelero, que forma parte con orgullo de la saga de los Montero. «Somos cinco hermanos y tres nos dedicamos a esto», cuenta, y recuerda que su hermano Manuel dirige el Montero de Vilalba y su hermana Angelines en Montero de Mondoñedo. El proyecto que dirige en Ribadeo con su mujer, Tita, apuesta por una «cocina de mercado y de estación, basada en la tradición con algo de vanguardia». Este miércoles, por ejemplo, en el menú tenían setas, caza, y verduras y pescado de temporada, como acelgas, berenjena, salmonete, lubina o merluza de Burela. Con todo, el emprendedor subraya lo difícil que es desarrollar un proyecto de esta naturaleza en el momento actual. «Equilibrar el encarecimiento de los precios de la energía, que se han cuadriplicado y que son como un puñal sangrante, y del género, que ha subido un 30%, es muy complicado: un mango cuesta cinco euros y pico, y el aceite, la pasta, los huevos y la leche también están mucho más caros», comenta Montero, cuyo restaurante se sitúa en As Barreiras, Vilaselán. Tiene por ahora seis trabajadores. «La semana es complicada, pero los fines de semana llenamos siempre y cada vez con más antelación, y eso nos anima. Nuestra estrella Michelín es la gente que viene, prueba y vuelve», reconoce.

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