El Círculo Habanero de A Devesa, la primera sociedad parroquial gallega en Cuba

martín fernández

A MARIÑA

ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

La Sociedad de Instrucción y Recreo de Hijos de La Devesa celebró ayer 110 años

18 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Círculo Habanero de La Devesa fue la primera sociedad gallega de adscripción parroquial que hubo en Cuba según publicó El Eco de Galicia el 1 de julio de 1899. Años después, en 1908, nació Hijos de Santa Eulalia de A Devesa, fundada por Bernardo Moreda Debén, hermano del tabaquero Pedro Moreda Debén, y otros. Y el 31 de diciembre de 1911 se creó una tercera asociación, Hijos de La Devesa, denominada más tarde Círculo Habanero de Naturales de A Devesa y, al final, Círculo Habanero, Sociedad de Instrucción y Recreo de Hijos de La Devesa. Esta última entidad, que hoy dirige Manuel Fernández Fra, celebró ayer en la localidad ribadense su 110 centenario.

El origen del Círculo Habanero de A Devesa se sitúa, según el historiador José Antonio Vidal, en el contexto de la ocupación de Cuba por parte de las tropas americanas en 1898 como resultado del Tratado de París que puso fin a la guerra de Cuba y por el que se acordó la cesión de Cuba y Filipinas a EEUU. Al poco de ser ocupada la isla, surgieron las primeras sociedades gallegas de signo parroquial. Pretendían socorrer a vecinos desvalidos y recaudar fondos para financiar las fiestas patronales de su lugar. Surgieron porque ese fue el momento de la llegada masiva de gallegos a Cuba para construir o reconstruir infraestructuras dañadas, sobre todo de la industria azucarera.

Hasta entonces, venían funcionado en Cuba sociedades de ámbito regional -Naturales de Galicia, Centro Gallego, Beneficencia, etc.- pero la presencia de muchos trabajadores gallegos con una perspectiva de una rápida vuelta al hogar fue lo que impulsó a muchos de ellos a crear sociedades solidarias -parroquiales, microterritoriales- para estrechar vínculos con otros emigrados, ayudar en sus comunidades locales y reforzar lazos afectivos y sociales con familias y amigos. Fueron lo que Vicente Peña llamó «un sucedáneo de la permanencia física en sus parroquias».

Hijos de Santa Eulalia

La primera sociedad parroquial en crearse fue el Círculo Habanero de La Devesa, como recoge El Eco de Galicia de 1 de julio de 1899 y la segunda, Hijos de Recemel (parroquia de As Somozas), el 4 de septiembre de ese año. La formaron los primeros devesanos en Cuba y Tampa, los Murias (Pedro, Félix, Jesús, Antonio González Murias..), los Moreda, Bolaño, etc.

En 1908 ?nueve años después- se constituyó Hijos de Santa Eulalia de A Devesa. Su primera directiva estuvo presidida por Bernardo Moreda Debén y formada por Domingo Díaz, José Acevedo Martínez, Ramón Prieto, Félix López, Leonardo Debén, José Maseda y Justo Raimundo. En la página 158 de la revista Para Gloria del Terruño de 1909 se dice que su finalidad era recabar fondos para restaurar la iglesia y sostener una escuela de primera enseñanza en A Devesa.

Acevedo, fundador y alcalde, buscó en Tampa ayudas para la escuela

Una tercera sociedad de emigrantes fue Hijos de La Devesa, también llamada Círculo Habanero. Nació el 31 de diciembre de 1911 en La Habana pero su origen se remonta a 1898 cuando emigrantes devesanos en Cuba crearon en su parroquia natal una sociedad con el mismo nombre aunque se trate de dos entidades independientes. Tenía fines recreativos e instructivos y en 1919 inauguró una escuela para niños de A Devesa, Rinlo y Villaframil y compró terrenos para construir otra.

Surgió por discrepancias entre socios de Hijos de Santa Eulalia de A Devesa y tuvo su primera sede en San Miguel 85, en la fábrica de tabacos de Pedro Moreda. Su primera directiva tenía a José Antonio Acevedo Martínez, presidente; Ramón Murias, vicepresidente; y Ramón Alonso, secretario. Era una entidad con conciencia gallega que perteneció al Comité de Sociedades Gallegas de Instrucción, canalizador de la construcción de escuelas en Galicia que fundara en 1909 Narciso Rocha, de San Miguel y Reinante, y que en 1919 presidió el devesano José Maseda Villamil.

Acevedo había marchado con 14 años a Cuba. Trabajó en una bodega y se formó con un profesor que él mismo contrató. Fundó Taller Acevedo que ?según El Astur, la revista del Centro Asturiano de Tampa, del 1 de agosto de 1927- era «una gran fábrica de cajas para envase de tabacos y galletas». Se casó con la canaria Elisa Gutiérrez y tuvieron a Doña Panchita Acevedo Gutiérrez, muy popular en Ribadeo.

A su regreso, fue alcalde de Ribadeo durante la dictadura de Primo de Rivera, período en que realizó numerosas obras, entre ellas el campo de fútbol inaugurado el 25 de enero de 1924. Tres años después, viajó a Tampa ?donde Hijos de A Devesa tenía una delegación presidida por Justo López- para recabar ayudas para construir la escuela de Cinxe de la que fue promotor y generoso filántropo. El Astur lo recibió bajo el titular «Distinguido visitante» y decía que llegaba para ocuparse de sus negocios personales y de paso para Nueva York donde iba a visitar a su amigo Manuel Fernández López, el propietario del chalé Place Margarita de A Devesa.

De Dorrego a Jacqueline Vilaboy pasando por Agustín Gutiérrez y Rodríguez Salvatierra, testigo de la incautación del Centro Gallego

Hijos de A Devesa llegó a la actualidad reconvertida en una asociación recreativa presidida por Jacqueline Vilaboy Barrera, nieta de emigrantes gallegos. En los años 60, estaba presidida por Antonio Dorrego Martínez y componían su directiva Fortunato López y Antonio Rodríguez Álvarez, vicepresidentes; José Otero Fernández y Ramón Fernández Pulpeiro, tesoreros; Rosendo C. Pérez y Daniel Allegue Pérez, secretarios; y, como vocales, Agustín Gutiérrez Prieto, Santiago Rodríguez, Manuel Fernández López, José Torviso, Ramón Fernández Martínez, Antonio Reinante Moreda, Avelina Fernández de Dorrego, Ramona López García, Claudia A. de Torviso, Evelia Alejo viuda de Bolaño, María Dorrego de Fernández y María Trujillo de López.

En 1983, contaba con 160 socios y su gobierno lo formaban Agustín Gutiérrez Prieto ?dueño del café-restaurante La Puerta del Sol, en la calle Bernaza-, presidente; Álvaro Rodríguez Salvatierra, vicepresidente 1 y Ofelia Castellanos Romero, vicepresidenta 2; Fortunato López García, secretario; América López Rocha, vicesecretaria; Eliseo Fernández Villamil, tesorero; y Eliseo de la Torre González, vicetesorero.

Rodríguez Salvatierra era también apoderado y directivo del Centro Gallego cuando Fidel Castro lo incautó. Nació en Vilaousende en 1901, donde sus padres cuidaban el Pazo de Quintalonga, y emigró con 18 años. Trabajó en la fábrica de ropa El Gallo hasta 1944 y luego tuvo una bodega propia, La Moderna, en Esperanza 402. Se casó con la cubana Ana Benigna Rodríguez, enviudó y, tras el viaje de Fraga a Cuba en 1991, regresó a Ribadeo donde fue acogido por unos familiares y falleció.