Son las preguntas que nos hacemos la mayoría, ante un panorama complejo e incierto
11 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Esa es, quizá, la pregunta que nos hacemos la mayoría. En realidad son dos preguntas: ¿Cuánto puede aguantar Alcoa? ¿Y cuánto está dispuesta a aguantar? Supongo que son las mismas cuestiones que también se harán los más de mil trabajadores de la fábrica y sus familias, que verán la situación tal como es en realidad, compleja e incierta. Porque el estado económico en general es ese.
En este momento el complejo industrial de San Cibrao tiene la planta de Aluminio prácticamente cerrada, salvo algún departamento, hasta enero del 2024 y la refinería de Alúmina produciendo al 50%; el precio del gas se quintuplicó en el período de un año y ocasionaba pérdidas estimadas en 50 millones de dólares cada trimestre, según las predicciones de la multinacional (que recordaba esta misma semana en los medios de comunicación el presidente del comité, José Antonio Zan).
Esa es la situación en la actualidad. Ante esta realidad Alcoa mantiene a todos los trabajadores, entre 1.000 y 1.100. Ese es su compromiso. Le sale más ventajoso, se entiende, tener así al personal que mantener ambas plantas operativas por los costes de la electricidad y del gas. ¿Cuánto tiempo podrá aguantar así? Lo que se viene encima este otoño no parece que sea favorable ni para Alcoa ni para la industria en general ni para ninguno de nosotros.
Los problemas con el petróleo y con el gas están ahí, los cortes en el suministro también; lejos de resolverse, los gestores políticos europeos hablan de restricciones obligadas en breve para ahorrar en energía.
¿Sabemos algo de los parques eólicos que deben surtir a Alcoa y de las renovables? Existen preacuerdos en algunos casos, buenas intenciones en apariencia y poco más y el tiempo sigue pasando; ya estamos en septiembre, enfilamos la recta final del año. ¿Se verá obligada Alcoa a disminuir aún más la producción en la refinería? De momento la multinacional ha declinado pronunciarse; de ser así, ¿podría mantener estas condiciones? La ventaja es que la propia multinacional transforma la bauxita, elemento imprescindible para producir el aluminio. No depende, por tanto, de nadie. Y el mercado del aluminio no está nada mal.
Habrá que esperar y ver.