Cumplir los 45 en la cumbre soñada

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE REDACCIÓN / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

Siro Maseda celebró su cumpleaños en un ejercicio titánico de más de 36 horas sobre los 148 kilómetros y 9.100 metros de ascenso de la TDS en el Ultra Trail du Mont-Blanc

29 ago 2022 . Actualizado a las 08:00 h.

La Ultra de Mont-Blanc es el sueño de miles de corredores de montaña en todo el mundo. Para participar en la cita estrella del trail, al lado de cracs como Kilian Jornet y Sara Alonso, hay que coleccionar una buena cantidad de puntos ITRA en duras carreras como la Camovi de Viveiro y aliarse con la suerte en el sorteo de dorsales. Por su extenso y notable currículo en la especialidad, Isidro Maseda Varela, Siro (Lourenzá, 1977), consiguió plaza dos cursos consecutivos en la versión TDS, algo más corta que la prueba principal, pero aún más salvaje. Tras retirarse en el primer intento, celebró los 45 años con un ejercicio titánico sobre las cumbres soñadas de los Alpes.

«No me imagino un cumpleaños mejor. Me encanta esto y que coincidiese justo el día me hizo ilusión. Estar en Mont-Blanc es una pasada. El ambiente es espectacular, hablas con los top; son muy accesibles», relata el deportista mariñano, que inició los 148 kilómetros y 9.100 metros de subida en Courmayeur a la medianoche del 22 de agosto y alcanzó la meta en Chamonix 36 horas y 14 minutos después, al mediodía de la jornada de su aniversario, el 24 de agosto. 

«10 horas por encima del plan»

«Superé en 10 horas mi plan de tiempo», confiesa el ultrafondista del Maderas Barcia Lourenzá para expresar todas las dificultades que encontró en una carrera que discurre por senderos, glaciares y cimas por encima de 4.000 metros en algunos de los pueblos más singulares de los Alpes en Francia, Italia y Suiza. Siro Maseda ocupó el puesto 458 entre los 1.070 concursantes que lograron terminar por debajo de las 44 horas establecidas como límite para una «prueba muy técnica y exigente».

El laurentino tenía la experiencia de su retirada en el 2021: «Paré en el kilómetro 15 por problemas en el cuádriceps. Meterme por ahí arriba así era una locura, así que, como me guardaban los puntos, decidí prepararme mejor para este año, pero aún así, lo pasé muy mal. Ahora, una vez terminada, le doy aún más mérito. La cabeza es lo más importante en estas carreras y fui capaz de sobreponerme a todas las dificultades».

«Siempre cuentas que en estas competiciones puede pasar algo, pero se juntó todo. No pude disfrutar nada de la carrera. En el kilómetro 10 ya tenía calambres, tuve problemas estomacales toda la noche, sendas heridas en caídas en descensos, luego mucho calor, 30 grados ya a las 9 de la mañana... Pero esta vez, el día que cumplo 45, no podía abandonar», relata.

Y eso que con el gimnasio que gestiona en Mondoñedo cerrado por una ampliación desde hace seis meses, Siro aprovechó el tiempo para prepararse a conciencia: «No tiene nada que ver entrenar en la costa con correr a 4.000 metros de altitud. Hay menos oxígeno. Para adaptar el cuerpo, suelo salir a entrenar a mediodía, en las horas de más calor». 

Cabeza y alimentación

Pero su preparación no consistió exclusivamente en acumular kilómetros. La cabeza y la alimentación juegan un papel fundamental: «Soy muy meticuloso en la alimentación y la hidratación también es muy importante, así recupero mejor y aprovecho más días para entrenar. Y luego entra el factor mental. Preparas el cuerpo bien, pero si no estás preparado de cabeza, al primer detalle, te rindes».

Un corredor experimentado, que ya completó el UTMB y el Tor de Geants

Un día después de completar 36 horas de competición con dos noches sin dormir, Siro trata de hacer «vida normal». «Trato de dormir las mismas horas. Supongo que dentro de un par de días notaré un poco más el cansancio», relata un hombre con sobrada experiencia en desafíos extremos. «Me quedaré un par de días más aquí, disfrutando del ambiente», explicaba el jueves sobre su estancia en el epicentro mundial del trail.

Esta fue la primera vez que completó la carrera TDS — Sur les Traces des Ducs de Savoie—, pero el laurentino ya sabe lo que es correr el Ultra Trail Tour de Mont-Blanc, con 171 kilómetros. Lo completó en el 2013. Cuatro años después se enfrentó a un desafío aún mayor: el Tor de Geants. Con más de 300 kilómetros, le exigió más de 100 horas de esfuerzo.

Siro Maseda, que fue monitor de las Escolas Deportivas Lourenzá y directivo del Club de Montaña Toxiza, gestiona un gimnasio en Mondoñedo, lleva años estrechamente vinculado al deporte. Desde el 2011 disfruta de las carreras de montaña: «Siempre me gustó la montaña y la naturaleza. Hacía senderismo, rutas... Por entonces no había carreras por aquí y cuando las descubrí probé en los Picos de Europa en el 2011. Desde entonces me enganché. Fue un no parar».

A su currículo ha añadido recientemente el cartel de finisher en la prueba TDS del Mont-Blanc tras más de 36 horas de entrega para completar 148 kilómetros y 9.100 metros de desnivel positivo.