A Mariña tenía hace 100 años 35 médicos, 17 farmacias, 3 veterinarios y 1 dentista

Martín Fernández

A MARIÑA

Joaquín Cunqueiro, padre de Álvaro Cunqueiro, fue boticario en Mondoñedo
Joaquín Cunqueiro, padre de Álvaro Cunqueiro, fue boticario en Mondoñedo ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

31 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El acceso universal a la sanidad y a la enseñanza y el nivel de uso de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones son el moderno baremo de riqueza de los pueblos. Hace cien años todo ello era un sueño, una utopía. En 1911, en A Mariña, el sistema sanitario lo conformaban 35 médicos y 17 farmacias. Quién tenía dinero, accedía a sus servicios. Y quién no, empeñaba sus bienes y recursos para pagar a galenos que, a veces, se hicieron con un gran patrimonio. Hoy las cosas cambiaron pero, a veces, subsiste y se entremezcla lo público con clínicas y consultas privadas…

El Directorio de Galicia, la guía de las provincias de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra publicado por la editora del Anuario Riera en 1911 en Barcelona, señalaba que el mayor número de médicos, nueve, se concentraba en Ribadeo: José Díaz; Amando Pérez Martínez, amigo de los pobres a quién el concello dedicó una calle; Eliseo Martínez Alonso; Antonio Fernández Sánchez; José Antonio López, que tenía laboratorio antirrábico; Federico Martínez Montenegro, propietario del balneario de Cabanelas y hermano del diputado a Cortes por Mondoñedo, Cándido; Félix Puelles, titular de la 1ª zona; Marcelino Vior y Travieso, concejal; y Juan Suárez Casas, que ejerció la medicina en Cuba y fue habilitado del Puerto y alcalde de Ribadeo.

En Viveiro ejercían siete: Eusebio Bujados, hermano del genial dibujante Manuel Bujados; Manuel Rodriguez Cordido; Ramón Díaz Freijo, o médico dos pobres; Néstor Michelena, de Sanidad Militar; Manuel y Benito Quintana, éste alcalde; y Quintín Rúa, colaborador de El Siglo Médico y otros medios.

Los de Mondoñedo eran cinco: Ramón Alvarez; Alejo Barja Alonso; Manuel Leiras Pulpeiro, el humanista que amou a verdade e practicou o ben; Pastor Taladrid, autor de Apuntes para la geografía médica del distrito municipal de Mondoñedo; y José Mª Mon Basanta, alcalde en varias etapas hasta la 2ª República.

El Directorio constata tres médicos en Foz ?Eladio Candia Río, Tomás Castedo y Emilio Teijeiro- y tres en Lourenzá: Juan del Riego, Justo Alonso y Donato Ron Sánchez, miembro de una estirpe local de sanitarios que se remonta siglos atrás, republicano afín a Azaña y amigo del coruñés Casares Quiroga. Y confirma dos en Cervo: Atilano Castrillón Sánchez, que ejerció de 1893 a 1920, enfrentó cuatro epidemias y fue habilitado del puerto de San Ciprián; y Roberto Peleteiro.

En el resto de los concellos sólo había un facultativo: en O Valadouro, Antonio Cillero; en Vilameá, Nicolás R. Rocha; en Trabada, Ramón Prieto; en Ourol, Juan Quintana; en Riobarba, Ramón Díaz Freijo; y en Barreiros, Modesto Lage Soto, hermano de Manuel -farmaceútico de Ribadeo- y de Balbino, capitán de la Mercante en Cuba a quién se dedicó una página de Memoria de Mariñáns. Alfoz y Xove carecían de servicio médico.

Cinco boticarios de Mondoñedo y la polémica surgida con la llegada del padre de Álvaro Cunqueiro

En 1911, Mondoñedo tenía cinco farmacias: las de Alejo Ferreiro, Domingo Martínez, Pedro Mon, Alfredo Taracido y Joaquín Cunqueiro Montenegro, padre de Álvaro Cunqueiro, cuya llegada suscitó polémica. En 1904, el médico Alejo Barja Alonso, su hermano el notario José y su primo José Alonso Parga abrieron una botica para competir con Domingo Martínez. No tenían título y contrataron al santiagués Valentín Piñeiro pero la relación duró poco pues tuvieron graves desavenencias. Y en 1905 llegó, procedente de Vegadeo, Joaquín Cunqueiro, de 28 años, natural de Cambados, para hacerse cargo de la farmacia, primero como asalariado y luego como propietario.

Alejo Ferreiro y otros criticaron la venta por consignarse un valor (3.000 pesetas) menor del real (20.000) y por acaparar Alejo Barja varios sueldos como médico de la Inclusa, de la Cárcel, de su profesión y de la explotación ilegal de la farmacia. Denunciaban también que Cunqueiro no tenía título pero él demostró lo contrario.

Joaquín Cunqueiro se casó en 1908 con Josefa Mora Moirón, oriunda de Riotorto, con la que tuvo cinco hijos: Carmen, Álvaro y José; y Carlos y Joaquín, muertos muy jóvenes. Fue alcalde de Mondoñedo en 1923-1924 y falleció en 1941. Al morir su hija Carmen en 2006, el apellido Cunqueiro desapareció de una ciudad que quiso mucho a esa familia.

Para cerrar el mapa sanitario de 1911, decir que solo había un dentista en A Mariña (Valentín Lamas, en Ribadeo) y tres veterinarios: Emilio Legaspi, en Mondoñedo; Benito Bustelo, en Ribadeo; y José Cerdeiras, en Viveiro.

(In Memoriam. Al doctor José Manuel Moreno Moreno, entrañable ser humano, impecable profesional, compañero del alma, amigo).

martinfvizoso@gmail.com

Los Casariego y la primera licenciada de la Universidad de Santiago

El sistema sanitario se completaba en A Mariña en 1911 con 17 farmacias, de las que 4 estaban en Ribadeo: las de José Alonso López, Francisco Díaz Braña, Salvador Labarta ?hermano del escritor y periodista de Baio (Zas), Enrique Labarta Pose- y Manuela Barreiro Pico. Manuela fue la primera mujer universitaria gallega y la primera licenciada de la Universidad de Santiago, en 1900. Fue anterior a las vegadenses Elisa y Jimena Fernández de la Vega pues estas fueron las primeras desde que se publicó la ley, en 1910, que permitía a las mujeres matricularse libremente en la Universidad.

Manuela era hija de Facundo Barreiro y nieta de Justo Pico de Coaña, ambos maestros. Estudió en el Colegio San Luis de Ribadeo, se examinó en el instituto de Tapia y luego en el de Lugo donde fue la primera mujer con el bachillerato de Ciencias. Tuvo que pedir dispensas especiales para matricularse en la Universidad de Santiago y para abrir su Farmacia Moderna en Ribadeo, en la calle Rodríguez Murias donde estaba el Bar Cabás. Había nacido en Ribadeo en 1877 y murió en Madrid en 1953.

En Viveiro también había cuatro farmacias: Sucesor de Riego, Benito Puente, José Pla Zubiri y Emilio Casariego Gayol (Tapia 1853) que llegó a la villa para trabajar con Pla y pudo independizarse al poco tiempo. La Farmacia Casariego es la más señera de A Mariña y entre las más de Galicia: se abrió en el último cuarto del siglo XIX en la esquina de la calle Pastor Díaz con la Plaza Mayor viveirense, luego pasó a Emilio Casariego Baltar, hijo del fundador, después a Pedro Casariego Carballés y en la actualidad está regida por Pedro e Isabel Casariego Baamonde. José Pla Zubiri, por su parte, era hijo de Juan Pla Sampedro, juez de Ourense y presidente de la Audiencia de Logroño, sobrino de Florencio Pla Sampedro, dos veces alcalde de Viveiro, y hermano de Juan, Registrador de la Propiedad y escritor. En el Directorio de Galicia de 1911 figuran con una farmacia Cervo (Julián López Ríos), Foz (Ramón L. Leitón), Lourenzá (Cesáreo Sánchez) y O Valadouro (Eduardo Alonso).