El ADN dirá si los restos hallados en Navia son de los represaliados

A MARIÑA

Imagen de las excavaciones
Imagen de las excavaciones

El cuerpo de otra víctima del franquismo está sepultada en Tapia bajo nichos

25 jul 2022 . Actualizado a las 14:05 h.

Los familiares de Manuel Pérez Méndez, «El Pequenu», y José Pérez González, represaliados por el bando franquista en Navia el 12 de agosto de 1936, cuando contaban 30 años, deberán esperar para recuperar los restos de sus seres queridos. El laboratorio dirá si los huesos encontrados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en el cementerio de Villapedre son de las dos personas asesinadas.

La espera ha sido larga -86 años, nada menos- y para tener respuesta habrá que esperar todavía algunos meses. Así lo confirma Marco Antonio González. «Hemos encontrado un cúmulo de restos de entre tres y cinco personas adultas y creemos que entre ellas pueden estar Manuel y Pepe. Pero el trabajo de arqueología ha acabado y el laboratorio dirá», explica.

La intervención, de unos nueve metros cuadrados, ha sido complicada, señala, porque «sabemos que los restos de estas víctimas fueron trasladados con anterioridad, en los 70. Es un enterramiento secundario, y eso se une a que el cementerio de Villapedre sufrió muchos cambios y con ellos la remoción de restos», expone.

Una antropóloga voluntaria realizó un primer cribado, ya que se encontraron muchos restos de individuos infantiles, «que podrían pertenecer a un antiguo orfanato», concreta González. Los huesos pasarán al laboratorio de la ARMH en Ponferrada y deberán pasar por un proceso de identificación genética, con la previa recogida de muestras de los familiares, entre ellos la hija de Manuel.

Pérez Méndez estaba casado y tenía cinco hijos -Laureano, José, Manuel, Fabricio y Beatriz- cuando fue represaliado. Pérez González, que dejó también viuda, tenía una hija, Berta.

La ARMH buscó también, en este caso en Tapia, los restos de Nicolás López López. El cuerpo se encuentra bajo algunos nichos construidos en el año 1951 en el cementerio de Trelle. La asociación solicitará al Principado que señalice el lugar en recuerdo de este represaliado en 1936, nacido en 1900, y de Francisco Bousoño Fernández, asesinado en Riufrío (Sarandías), y nacido en 1882.