El precio del diésel alcanza sus máximos históricos en A Mariña, en ocho gasolineras a más de dos euros

La Voz RIBADEO / LA VOZLOURENZÁ / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

La gasolina de 95 alcanzó ayer en algunas gasolineras 2,219 euros el litro

04 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El precio del combustible sigue su escalada imparable, que se ha disparado en los últimos días alcanzando sus máximos históricos en A Mariña, como está ocurriendo en el conjunto del país. Por primera vez en al menos ocho gasolineras de la comarca el litro de diésel se vendió ayer por encima de los dos euros, sin aplicar el descuento de 20 céntimos del Gobierno. Es el dato que figuraba en el Geoportal del Ministerio para la Transición Económica y el Reto Demográfico, en el que estas ocho gasolineras (que se localizan en los concellos de Ribadeo, Burela, Cervo y Xove) tenían los precios actualizados a ayer viernes. Otras que figuraban como más económicas en el Geoportal referenciaban precios de días anteriores. El caso es que la tendencia a que el litro de diésel se generalice por encima de los dos euros parece claramente marcada. Ayer, en concreto, se vendía en las ocho gasolineras referidas a 2,009 y 2,029 euros. Otras de Viveiro y Foz, también con datos actualizados del viernes, vendían el litro de diésel a 1,999 euros.

En cuanto a la gasolina, la de 95 e 5 (la más económica) alcanzó ayer en A Mariña precios de 2,219 euros el litro en un gasolinera de Ribadeo y superó los 2,149 euros en otras de Ribadeo, Foz, Alfoz, Viveiro, Xove o Burela. 

La bonificación de 20 céntimos

Con estos precios en el diésel, aplicando la bonificación de los 20 céntimos el litro se sitúa prácticamente en la misma cantidad o incluso por encima de los 1,8 euros que costaba de media el 1 de abril, cuando entró en vigor el descuento. En consecuencia, los conductores están pagando ahora lo mismo o más que cuando se comenzó a implementar la compensación del Gobierno para atenuar el impacto de la subida de los combustibles. Y ello en un contexto en el que para nada se garantiza que se tienda a una moderación y, más bien al contrario, se teme que la escalada aún no haya tocado techo.