Siete de los hermanos Barcia Trelles, de Ribadeo y Vegadeo, marcharon a Argentina

MARTÍN FERNÁNDEZ VIZOSO

A MARIÑA

Augusto fue ministro, gran maestre masón y defensor de Companys

05 jun 2022 . Actualizado a las 19:52 h.

Siete de los ocho hermanos Barcia Trelles, vegadenses vinculados a Ribadeo, marcharon a la Argentina. Eran hijos de Emilia Trelles Graña, de Villaviciosa, y de Secundino Barcia Arango, de Santalla de Oscos, abogado en Vegadeo, juez en Ribadeo y corresponsal de La Unión Gallega, el periódico que dirigía en Uruguay Ramón Cerdeiras González, de Santa Cruz (O Valadouro). Eran unos migrantes cualificados que conocían las grandes oportunidades que ofrecía el Nuevo Mundo. Y, con gran apoyo mutuo, las aprovecharon. Juan fue pionero del desarrollo agropecuario y ganadero de La Pampa; Augusto llegó exiliado a causa de la guerra española; las hermanas Celia y Cora se casaron con el mismo hombre, Manuel Pasaron, y vivieron en Carmen de Patagones; Carmen se radicó en Buenos Aires y fue filántropa de Ribadeo; Primitivo y Emilio, ingenieros y solteros, fueron estancieros y directivos de la Compañía de Tierras del Sud; y Camilo, el único que no emigró, fue catedrático de Derecho en Valladolid, Murcia y Santiago.

Juan nació en Vegadeo en 1877 y falleció en 1953 en Cinco Saltos (Argentina), ciudad de la Pampa -en la provincia de Rio Negro, sobre el río Neuquén- en la que vivió gran parte de su vida. Obtuvo el título de ingeniero agrícola en Bélgica y de 1902 a 1911 fue delegado en Madrid de la empresa agraria alemana Kalisyndikat y fundador de la revista Agros. En 1912 aceptó la oferta de la naciente Facultad de Agronomía de Uruguay para ocuparse de la cátedra de Economía Rural y Silvicultura. 

Cultivos pioneros

Tres años después -a través de su hermano Primitivo, que era gerente de la Compañía de Tierras del Sud, la empresa inglesa que inició la colonización de ese territorio- le ofrecieron hacerse cargo de la propiedad Rucapillán, en Cinco Saltos. La explotó entre 1915 y 1926 y luego la transfirió a su hermano Emilio. Aprovechando la inmensidad y riqueza del terreno, Juan Barcia inició novedosos cultivos. Plantó remolacha azucarera, porotos, alfalfa, papa, cebolla, frutales, trigo, cebada, etcétera; crio ganado vacuno y lanar en la Cabaña Chapadmalal; y produjo y exportó vino, aceite y lúpulo por medio de la Cooperativa Vitivinícola La Picasa, que fundó y presidió en 1929 y que comercializó el popular vino Colapi (Cooperativa La Picasa).

En 1918 fue nombrado director de la Estación Experimental del Ferrocarril del Sud, para organizar y potenciar la actividad frutícola, y representante de la Compañía de Tierras del Sud que cedía o vendía tierras para su explotación. En 1926, el gobierno argentino lo nombró Agrónomo Regional y más tarde Inspector de La Patagonia, con sede en Viedma, trabajo que desempeñó hasta 1948.

Juan Barcia Trelles se había casado en Bélgica con la alemana Margarita Petermann y tuvo dos hijos: Arturo (Madrid 1907-Cinco Saltos 1950) y Emilio (Montevideo 1913- Cinco Saltos 1949).

Augusto, ministro, gran maestre masón y defensor de Companys

Augusto Barcia Trelles llegó a la Argentina en 1939, exiliado, en compañía de su esposa Rita Labra con la que no tuvo hijos. Nació en Vegadeo en 1881. Fue Premio Extraordinario de Derecho y masón en las logias Ibérica y Condorcet. Obtuvo el grado de Gran Maestre y Soberano Gran Comendador y fue condecorado en 1934 con la Legión de Honor francesa.

En la Monarquía de Alfonso XIII fue diputado en 1916 por el Partido Reformista de Melquíades Álvarez y en la Segunda República tuvo cargos en gobiernos de izquierda. Colaboró con el Ateneo de Madrid y la Academia de Ciencias Morales y Políticas, amplió estudios en Alemania, fundó la Universidad Popular y lideró en el Congreso Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña. Cuando este llegó al gobierno, lo nombró Ministro de Estado, Embajador en Uruguay y presidente del Consejo de Ministros. Augusto Barcia fue el abogado defensor de Luis Companys, el presidente de la Generalitat de Cataluña que fue fusilado tras dar un golpe de Estado contra la República en 1934. Tras la sublevación militar de Franco, la República lo nombró Ministro de Asuntos Exteriores y, después de la guerra, fue Ministro de Hacienda del gobierno republicano en el exilio. Murió en su finca de Olivos (Buenos Aires) en 1961. Su hermano Camilo (1888), el único que permaneció en España, fue también un prestigioso abogado.

Obtuvo la cátedra de Derecho de la Universidad de Murcia, luego pasó a la de Valladolid y en 1936 a la Santiago de Compostela. En ese tiempo sufrió persecución política por sus ideas y por ser hermano de Augusto Barcia. Fue acusado de izquierdista, masón y de miembro de la Liga de los Derechos Humanos. En 1943 se archivó su expediente y fue confirmado en su Cátedra de Santiago donde murió en 1977. Dejó tras sí una notabilísima obra.

Su hijo, Camilo Barcia García-Villamil, diplomático, representó a España ante la CE de 1991 a 1994 y fue embajador en Japón, Suecia, Letonia y Nueva Zelanda. Se casó con Carmela Bustelo, prima de Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, y murió en 2018 a los 80 años.

Celia y Cora, esposas de Pasarón, y Primitivo y Emilio, directivos de Tierras del Sud

De las hermanas Barcia Trelles, la mayor, Celia, se casó con Manuel Pasarón, oriundo de Ribadeo. Se radicaron en Carmen de Patagones (Argentina) y no tuvieron hijos. Pasarón fundó en 1910 el almacén de ramos generales Los Vascos y presidió en 1919 la Asociación Española de Socorros Mutuos local que, bajo su mandato, adquirió un terreno en el que construyó el Teatro España. A la muerte de su esposa, se casó con su hermana Cora con la que tampoco tuvo hijos.

La tercera de las hermanas, Carmen, llegó a la Argentina en 1909 y se casó con el ribadense Balbino Fernández Moreno. Vivió en Buenos Aires y tuvo un hijo, Camilo Fernández Barcia. Carmen donó a las Hermanas de la Caridad de Ribadeo en 1944 la finca en la que levantaron en los años 50 el actual Colegio de Monjas. La congregación llegara a la villa en 1898 para abrir un hospital asilo y un internado para hijas de familias sin recursos. Luego impartieron Enseñanza Primaria y clases de corte y confección, francés, música, dibujo, etcétera.

De los otros dos hermanos, Primitivo llegó a la Argentina en 1907, se estableció en Buenos Aires y dos años después fue nombrado primer gerente de la Compañía Tierras del Sud. Era soltero y no tuvo hijos. Fue propietario de grandes extensiones de terreno en La Pampa que, en 1946, vendió en gran parte a la Compañía Frutera y Consignataria de Argentina (Cafic SA). Por su parte, Emilio Barcia, también soltero y sin hijos, era ingeniero y tuvo a su cargo la mensura y distribución de lotes de tierras de la Compañía de Tierras del Sud. Fue propietario de varias chacras y estancias en La Pampa.

martinfvizoso@gmail.com