Fueron los años sesenta cuando nos cambió la vida

A MARIÑA

Archivo Pablo Mosquera

23 may 2022 . Actualizado a las 11:29 h.

Mi generación estaba estudiando o en la mar. Nuestra Comarca disponía de dos centros para la enseñanza que el tiempo mostró como núcleos eficaces y prestigiosos para formar nuevos ciudadanos en un país carente de libertades. Así Santa Catalina en Mondoñedo- tercer Seminario fundado en España resultando de aquel Concilio de Trento en 1563 para cada Diócesis- era una fuente de sabiduría y buen hacer docente; el otro lugar que tituló a magníficos especialistas fue la Escuela de Maestría Industrial de Viveiro -hasta 1963 en San Francisco- Otros/as nos desplazamos a Lugo, bien a sus Institutos de Enseñanza Media o bien a sus Colegios como Maristas, Fingoi, Josefinas, Compañía de María. Y desde luego la Academia Minerva en la Vila do Landro.

Los alumnos del Lucus teníamos un generoso año escolar. Al estudiar en régimen oficial y tener que dejar el espacio para los exámenes de alumnos libres del bachillerato, el curso comenzaba tras el 12 de octubre y duraba hasta la última semana de mayo, con una Semana Santa, y unas Navidades desde el ocho de diciembre -día de la madre- hasta el ocho de enero. Medio año en el pueblo.

En aquellos años sesenta del pasado siglo, la Diputación Provincial de Lugo, hizo un número de su revista LUCUS sobre Cervo y especialmente sobre mi pueblo, Puerto de San Ciprián. Me enorgullece como se contemplaba tal enclave como puerto que bien conocían todos los marineros por la pericia y arrojo de sus patrones, o la sorprendente belleza de sus playas que iban descubriendo aquellos veraneantes, vecinos coyunturales en las casas de los que hacían las costeras del bocarte y el bonito, o el establecimiento -premiado con medalla al mérito turístico- del Hotel Pablo.

El Concello de Cervo-Sargadelos tenía en 1960 una población de 5.260 vecinos, y el Registro de la Contribución Industrial afectaba a 187 actividades. La Alcaldía la ostentaba por designación entre Gobierno Civil de la Provincia y aquiescencia del Ministro de la Gobernación -Camilo Alonso Vega- el bureles Arcadio Pardiñas- que en la actualidad da nombre a la avenida principal del Concello de Burela- La matrícula de barcos para el Puerto de San Ciprián comprendía una treintena. Que hacían víveres en los establecimientos de Severino González Guitián, José López González, Carmen Sánchez Vázquez, Cándido Rey Camba, Pastor Sánchez Vázquez, José Fernández González, Manuel Casas Torres.

Sin duda la galerna de 1961 cambió la flota pesquera. El Plan Renove que ese mismo año, en diciembre, promulga el Gobierno, permite cambiar los viejos boniteros de madera- algunos todavía a máquina- comprados a los vascos, por flamantes embarcaciones que aumentan la seguridad, la comodidad para la tripulación, el trabajo en los artilleros-carpinterías de rivera, y desde luego las capturas que se venden en la lonja-rula y que serán materia para las excelentes y abundantes conserveras de Celeiro

Son los años del despegue económico y mejor calidad de vida en las parroquias.

¡Quede claro, fue la mar, quien mejoró la vida en mi pueblo!.