Juan Carlos Fernández volvió a insistir, además, en el giro que debe dar la hostelería para mejorar las condiciones del personal: «La vía pasa porque el hostelero cobre más para poder ofrecer mejores sueldos y por cerrar más temprano. Cuando fue el toque de queda y nos obligaron a adelantar el cierre yo era el hombre más feliz del mundo. Ningún cliente protestaba, porque asumía el cambio, y eso era lo ideal. Un restaurante está para dar comidas y cenas, no copas ni chupitos, para eso están los negocios de ocio nocturno. Al personal no lo puedes quemar poniéndolo a trabajar horas y horas, porque cuando entras en agosto y ya llevas un verano muy fuerte, el empleado no quiere hacer horas extras y cobrarlas, lo que quiere es poder descansar. Si se ve obligado a trabajar, al final vienen las malas caras, el mal servicio y todo eso al final se paga. La hostelería no vive de un día de caja, vive de todo el año. Y si no hiciste caja a la medianoche, ¿acaso la vas a hacer estirando el cierre hasta las tres de la madrugada, sirviendo unas copas más? No tiene sentido. Hay que cambiar, pero tanto el hostelero como el cliente».
El grupo Llanoponte es propietario de los restaurantes La Quinta (Foz, Ribadeo y Avilés); O Fogar da Quinta en Viveiro y San Martiño Playa en Foz; de la pulpería Mar de Rinlo (Ribadeo), y de la cadena de alojamientos Fermont.