«El local obviamente es para todo el mundo, pero la estética de moteros está ahí, es total. Por esta zona pasan muchos moteros, los fines de semana, camino de Taramundi, los Oscos y A Pontenova. Me gustaría que el bar se convirtiese en un punto de reunión para todos ellos, porque yo soy motera de toda la vida. Siento como si hubiese nacido encima de la moto. Con esta Harley llevo 13 años. Es cierto que la Harley es una moto especial. Pilotarla es una delicia, no te pide correr, aunque son unas máquinas, sino disfrutar de la carretera. Tengo amigos que tenían motos de carretera y al final, con la edad, se pasan a la Harley. Pero las motos son todas guapas. Todas», añade.
La apertura del bar implicará la contratación de tres personas más, dos en cocina y dos en la barra, incluyendo a la propia María del Mar Hernández. Abrirá todos los días, desde las ocho de la mañana, de forma ininterrumpida hasta el cierre en torno a la medianoche. «Vamos a dar menú del día, pero también trabajar la carta, cachopos y platos típicos», apunta.