Rescatan la memoria de 40 ribadenses ejecutados por el franquismo

J.A. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

Pepa Losada

Sus nombres perviven en placas pegadas a adoquines

31 mar 2022 . Actualizado a las 19:01 h.

Ribadeo cumplió este jueves con un acto de justicia. Cuando en adelante algún crío se pare frente a alguno de los 40 adoquines colocados en el parque de San Francisco o en determinadas calles y lea los nombres y las fechas de las muertes quizás le suscite curiosidad, tal vez pregunte y aprenda de la historia, para no repetir los errores. Quizás entonces la muerte de todas aquellas personas (40 en Ribadeo), asesinadas, fusiladas o paseadas por el franquismo por defender la democracia, por pensar diferente, de alguna forma adquirirá cierto significado. Es preciso no olvidar un dramático episodio que está a un pestañeo, pero que por el silencio que se impuso llegó a parecer recóndito. Homenajes como el de este jueves en Ribadeo ponen voz a las víctimas y resarcen a las familias, restituyen su derecho a hablar de los que les quitaron. Porque los muertos tenían hijos, parejas, padres, hermanos, nietos, que durante décadas debieron callar su sufrimiento. Parte de ellos aún viven y ayer estuvieron muy presentes en un ejercicio de dignificación de todas las víctimas.

En torno a la una de la tarde, el artista alemán Gunter Demnig colocó el primer adoquín: «En Ribadeo viviu Marcelino Álvarez López. Nado 1905. Paseado 5-9-1936. Ponte do Barqueiro». Siguió otro: «En Ribadeo viviu Elías Soliño Medina. Nado 1909. Executado 10-12-1937. Castropol». El tercero: «En Ribadeo viviu Manuel Soliño Medina. Nado 1919. Executado 10-7-1937. Lugo». Y así los siguientes. En total serán 40, los primeros adoquines en Galicia, al ser Ribadeo el primer concello que se adhiere al proyecto As Pedras da Memoria, de la Fundación Stolpersteine, que desde 1997 ya suma más de 75.000 puestas en 20 países europeos.

En un respetuoso silencio, sonando de fondo Ausencias de Astor Piazzolla interpretado al piano y el clarinete por dos profesores de la escuela de música de Ribadeo, el acto fue profundamente emotivo. En el ambiente había la sensación de que, de alguna forma, sin revancha, sin rencor, se estaba haciendo justicia. El alcalde, Fernando Suárez, tomó la palabra para explicar la iniciativa del Concello y expresar su orgullo por el trabajo hecho. Tras otras intervenciones llegó el turno a familiares de las víctimas y se proyectó un vídeo en el que hablan varios de ellos, rescatándolas, al fin, del naufragio del olvido.