«Empleo tres semanas en hacer una mochila de cuero, única, por 1.300 euros»

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

JOSÉ ALONSO

Ezequiel Franchi, artesano argentino afincado en Ribadeo, usa las mismas técnicas que hace 300 años para hacer piezas exclusivas en el arte de la marroquinería

23 mar 2022 . Actualizado a las 20:08 h.

De sus manos, con pasión, paciencia, mucho trabajo y los mejores materiales (procedentes de curtidoras españolas y francesas), surgen piezas únicas, exclusivas, trabajadas con las mismas técnicas que se usaban hace 300 años en el arte de la marroquinería, de tratar el cuero para darle diferentes usos y formas en bolsos, mochilas, cinturones y accesorios. «Cada puntada, cada detalle, está hecho a mano», apunta Ezequiel Franchi, que con su esposa Jimena abrió recientemente el taller Raíces Nómadas Atelier (con la acreditación de Artesanía de Galicia), en un local del edificio de la estación de tren de Feve de Ribadeo, que antaño, décadas atrás, ocupó una cantina.

Ezequiel y Jimena se asentaron en Ribadeo hace once años. Fueron los primeros que montaron un puesto de artesanía en la calle peatonal Rodríguez Murias, que trabaja en temporada (básicamente en Semana Santa y verano). Fue una incitativa del Concello, promover un mercado de artesanía de calidad que, con el tiempo, se fue desvirtuando. Ezequiel y Jimena perseveraron en su filosofía: «Nosotros somos cien por cien artesanos. Mi mujer hace macramé y da clases y yo trabajo la plata y el cuero. En los últimos años me centré en el cuero. Fuimos creciendo, dando clases, y ahora hemos dado el paso de abrir un taller artesano para el público en general», explica Ezequiel. 

Los precios

La apuesta por la calidad, la marroquinería única y artesanal, tiene un precio. En la tienda web se muestra, por ejemplo, una mochila por 850 euros, un bolso por 1.080, un bolso de pecho por 640, una bolsa (tote bag) por 825, cinturones desde 75 a 125 euros, monederos por 65, tarjeteros por 125, pulseras por 95 y 125 euros y, entre otras piezas seleccionadas, un cuchillo criollo por 825.

JOSÉ ALONSO

«Lo que hacemos con buena parte de las piezas es convertir el cuero en un artículo de lujo, por los materiales, los acabados, los cosidos a mano. Tenemos una oferta amplia y artículos más económicos, pero nunca usamos la máquina de coser. Todo es 100 % manual», insiste Ezequiel.

Y sí hay mercado para este tipo de artículos: «Ahora, por ejemplo, estoy haciendo una mochila. Me faltan unos días para terminarla. Emplearé tres semanas en ella y costará 1.300 euros. No salen muchos encargos así, pero se van vendiendo. Tengo otro encargo de un bolso para unos clientes de Oviedo, que todos los años me piden algo, y está en unas cifras similares. También hago pulseras trenzadas por encargo. Lo heredé de la cultura argentina y la semana pasada entregué dos, que costaban 90 euros», añade.

Y abunda: «Cada modelo es diferente. Yo doy a elegir al cliente todo, hasta la pintura del borde. Los bolsos y mochilas de más nivel están forrados de cuero también por dentro, y el cliente elige todos los detalles, desde el color de los dientes y la cremallera hasta la cinta de la cremallera. Todo es absolutamente personalizable. Hay, por ejemplo, a quien le gusta un modelo de bolso pero pide un bolsillo a mayores para el teléfono móvil. Se añade. Sin ningún problema».

Entre los encargos hay quien también los hace para regalar. Es el caso, por ejemplo, de pulseras: «Hay un modelo en el que, dentro del precio, incluye un cierre de bola, un abalorio de plata en el que grabo la inicial de la persona que se quiera. Son detalles que le dan un plus de exclusividad a cada pieza, que es lo que buscamos», explica Ezequiel.

Una apuesta personal

«Hemos llegado a este punto porque hace años, en un determinado momento, decidimos no hacer lo que todo el mundo estaba haciendo. Cuando comenzó la importación de artículos de India y Tailandia muchos comenzaron a vender piezas a dos euros. Era tentador. La pieza valía un euro y la vendías a dos. Pero nosotros seguimos con nuestro modelo, hacer cosas bien, únicas, que duren, que merezcan lo que pagas por ellas», concluye.

Un meticuloso proceso desde la selección de la piel hasta la pintura de los bordes

Explica Ezequiel Franchi que el proceso para elaborar un artículo, una vez encargado, se inicia por la selección de la piel más adecuada. A continuación se marcan los patrones y se corta a mano cada parte. Seguidamente se marca con un tenedor dónde va a ir cada puntada y se empiezan a ensamblar las piezas. En este punto se elige dónde colocar el sello de Raíces Nómadas, dando paso a lo que califica como uno de los momentos más placenteros, la costura 100% a mano, que contribuye a la máxima calidad y durabilidad al superar ampliamente los estándares de calidad de una costura a máquina. Finalmente, se preparan los bordes, una labor laboriosa y meticulosa que, dice, a veces lleva casi el mismo tiempo que la realización de la pieza en sí: «Es importante que los acabados sean impecables». 

Vídeos del trabajo

Otra de las características de Raíces Nómadas es la de facilitar que el cliente siga paso a paso el proceso de creación del artículo que ha encargado. Lo hace enviándole fotografías o vídeos: «La gente nos puede visitar, tocar las pieles. Cuando me hacen un encargo yo comparto el proceso de fabricación para que el cliente sea consciente de la pieza, única, que se lleva», concluye Ezequiel Franchi.