El púgil ribadense noqueó en el primer asalto al angoleño Tavares Gamboa ante un público entregado en A Coruña
13 mar 2022 . Actualizado a las 21:01 h.Olmo de Paz Dorado (Figueras, 1997) entró como un ciclón, imparable, en la galaxia del boxeo profesional. Sus golpes certeros e ilusión desbordante hicieron mella sobre su rival, el angoleño Tavares Gamboa, en el estreno del peso wélter de Ribadeo en la categoría durante la noche del viernes, en una velada celebrada en el gimnasio Fight Factory de A Coruña.
El discípulo de Chano Planas vivió su «debut soñado», reconoce. Se empapó del cariño de un público numeroso y entregado a su causa y solo necesitó uno de los cuatro asaltos pactados para derrotar a un enemigo potente y con fama de incómodo.
El mariñano logró noquearlo en pocos minutos. «La verdad es que varios me hicieron la broma de que tenía que devolverles el dinero porque fue muy corto», reconoce un púgil que prometió «dar espectáculo» en su primer combate profesional y no falló.
«Fue el debut soñado. El gimnasio estaba lleno hasta la bandera de gente y conseguí el KO en el primer asalto... Mejor imposible», analiza Olmo de Paz, satisfecho por un «primer paso» tras ocho años de pasión y entrega sobre los cuadriláteros, pero aún hambriento, con ganas de más.
«Estoy muy contento, pero ya en mayo tendré la próxima pelea, así que nada de relajarse», añade un deportista ribadense que pretende conseguir más victorias para avanzar puestos en el ránking y sueña con participar «en dos años o dos años y medio» en el Campeonato de España.
