Un ex ACB vuelve a la pista a punto de cumplir los 43 para ayudar al Viveiro

Iván Díaz Rolle
IVÁN D. ROLLE VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

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El club mariñano inicia con el «fichaje» de David Gómez la fase de permanencia en Primera Autonómica de baloncesto

26 feb 2022 . Actualizado a las 09:29 h.

La temporada de regreso tras un largo parón por el covid está siendo muy dura para el Club Baloncesto Viveiro. Lastrado por las bajas, tras catorce partidos aún no ha podido estrenar su casillero de victorias en la máxima categoría gallega. Pero una puerta a la esperanza se abre desde hoy, en el inicio de una segunda fase en la que parte con las mismas opciones de permanencia que los tres rivales que enfrentará: Clube de Gaia, Noia y su primer desafío, el Costa Ártabra (Municipal de Viveiro, 18 horas).

Conscientes del sinuoso camino que tratarán de trazar en el próximo mes y medio, en la entidad mariñana nadie va a regatear en esfuerzos para aportar lo máximo desde su parcela para resurgir. Así, el secretario y entrenador de base David Gómez Rosa (Cáceres, 1979) volverá a la pista cinco años después de dar por finalizada una carrera brillante, que alcanzó incluso la ACB, y a una semana de cumplir los 43. «No es algo que entrase en mis planes, pero me llamó el entrenador, Carlos Novo, y no pude decirle que no», cuenta.

Su incorporación, dice, está más destinada a paliar la escasez de efectivos que acusa la plantilla que a ofrecer un salto de calidad. «Con las lesiones de Piñón y Fabián Castro y un par de chicos que se fueron por estudios, nos quedamos solo con seis jugadores. Con mi regreso y el de Pablo Martínez y lo que nos van a ayudar los júnior competiremos mucho mejor», predice.

Para continuar en Primera Autonómica, el Viveiro debe evitar la última posición del grupo tras la disputa de sus seis encuentros. Si se produjesen descensos desde la categoría superior podrían caer más equipos a Segunda. «Creo que tenemos posibilidades. El Costa Ártabra, contra el que jugamos los dos primeros partidos, parece el más fuerte. Ya nos ganó bien en la liguilla inicial (53-74 y 76-42). Pero los otros dos rivales serán más asequibles y nos lo jugaremos contra ellos», espera David Gómez.

El exjugador del Cáceres, el Marín y el Chantada antes de asentarse en A Mariña, espera aportar su «veteranía» y se muestra dispuesto a colaborar «en todo lo que pida el míster»: «Hago surf y corro, pero desde que lo dejé hace cinco años solo jugué un 3x3, y después estuve muy cargado. Ahora que llevo un par de semanas entrenando me voy notando mejor. Siempre jugué de escolta, pero quizás ahora haga más falta de base, para lanzar los contraataques, hacer correr al equipo, aunque yo no estoy para correr mucho. Trataré de dar un cambio más, jugar unos minutos y aportar». 

Orgulloso del trabajo del club

Asentado en Viveiro, donde tiene una asesoría, Gómez participó en la refundación del club de baloncesto de la ciudad hace diez años junto al presidente Carlos Fernández Parra. «Empezamos con apenas 20 chavales en equipos cadete y júnior, y ahora son más de 150 con masculino y femenino en todas las divisiones excepto sénior. El club es para ellos, hay que dejar paso a las nuevas generaciones. Yo ayudaré este mes y medio y luego les volveré a dar paso», destaca.

Entrenador de su hijo en infantil y de su hija en el benjamín, sí reconoce nuevas «ilusiones» en su regreso a la cancha: «Experimento el llevar a mis hijos a los partidos, enseñarles, y me hace ilusión que ellos también me vean jugar. Hay situaciones en las que me lleva el demonio por volver a jugar, cuando estoy viendo un partido. Dentro estás más tranquilo, pero desde fuera estás todo el tiempo pensando en lo que harías en cada jugada determinada».

«Me hace ilusión que mis hijos me vean jugar»

«El baloncesto me ha dado amigos en toda Galicia, trato de devolverle algo»

Cree David Gómez que tuvo «una carrera larga y feliz». Debutó con el Cáceres en la ACB, soñó con ella varios años más y fue tres veces campeón de España para sordos [tiene un problema de audición en un oído]. «Los años más bonitos fueron en el Celtas, el Xove y el Viveiro, que ascendimos de Tercera a Primera», relata un hombre que jugó contra el Valladolid y el Breogán en la máxima categoría y que, tras un paso por el Marín, estuvo en dinámica del club lucense mientras jugaba en el Chantada.

Como su «gran salto» no llegaba, decidió centrarse en el plano laboral y terminó Empresariales en Lugo, donde conoció a su pareja, de Viveiro. «Balbino Fernández López me ofreció trabajar en una asesoría y jugar en el Celtas», recuerda un hombre agradecido: «El baloncesto me ha dado amigos en toda Galicia, trato de devolverle algo».

su trayectoria

CB Cáceres. Con 14 años ingresó en la cantera de un club con el que disputó dos partidos en Liga ACB durante la temporada 1999-2000.

Llegada a Galicia. Sin oportunidades en Cáceres, David se enroló en las filas de un Marín que buscaba el ascenso a la LEB y posteriormente llegó al Chantada, filial de un Breogán con cuyo equipo ACB entrenaba.

Prioridad laboral en A Mariña. Cansado de esperar otra oportunidad en la élite, dio prioridad a su vida laboral y terminó en A Mariña por motivos familiares. Aquí jugó en el Celtas de Foz, el Xove y el Viveiro.