La Xunta ve tres posibles compradores para Vestas, pero la multinacional dice que ninguno tiene interés real

j.a. quelle VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Xoán A. Soler

La empresa insiste en que el 31 cerrará la planta, lo que complica la venta

10 dic 2021 . Actualizado a las 08:58 h.

«Vestas é quen decide». Esa es la clave, expresada a modo de conclusión por David Mariño, presidente del comité de empresa de la fábrica de Viveiro, tras la reunión de la mesa industrial celebrada este jueves en Santiago. Ha habido avances. La Xunta notificó tres posibles compradores, vinculados a fondos de inversión, y Vestas aceptó reunirse con ellos. Pero el problema radica en que el tiempo se agota y la fecha del 31 de diciembre para hacer efectivos los despidos y cerrar la planta viveirense sigue inamovible. Ello complica mucho la negociación de una venta.

Lo apuntó la conselleira de Emprego e Igualdade, María Jesús Lorenzana: «É fundamental para continuar coas conversas que se poida adquirir unha factoría que estea funcionando, unha unidade produtiva, e non un activo inmobiliario». Pero Vestas se niega «en rotundo», según la conselleira, a prorrogar la actividad más allá del 31 de diciembre. Y Lorenzana no obvió que esa determinación «poda frustrar unha posible venda pola pouca marxe temporal que hai ata o próximo 31».

Con todo, Vestas se reunirá con los tres posibles inversores identificados por la Xunta, que «precisan máis datos». Al término de la reunión, Lorenzana añadió que la gestora nombrada por la Xunta tiene localizados a otros cuatro posibles inversores, «mentres que o Estado, pola súa banda, polo momento, non atopou ningún, aínda que especificou que está a buscar empresas a nivel internacional».

David Mariño reconoció que en la mesa industrial sobre Vestas en Santiago, a la que convocada por la Xunta asistieron también representantes del Ministerio de Industria y directivos de Vestas, hubo avances, «pero temos un prazo fixado, o 31 de decembro, a partir de cando estamos todos despedidos e acábase a produción en Viveiro. Na xuntanza falouse de tres inversores que están interesados en seguir negociando con Vestas, pero sempre e cando seguíramos traballando máis aló do 31 de decembro, porque antes non da tempo a formalizar nada, e porque lles interesa adquirir unha entidade de produción operativa, funcionando».

«Pero Vestas di que xa estirou os prazos todo o que puido. E aí quedou a cousa. Agora van falar entre eles, os posibles inversores e Vestas, e a ver se se entenden», manifestó el presidente del comité de empresa, quien reconoció que el panorama que se presenta es muy complicado: «É así porque é Vestas quen decide. Di que estaría disposta a vender incluso a competidores, aínda que as empresas vinculadas a fondos de inversión non lles inspiran moita confianza. Pero con todo iso falarán con eles e negociarán».

Los trabajadores valorarán este viernes el resultado de la mesa industrial y decidirán qué medidas tomar en los próximos días: «É frustrante saber que hai posibles inversores, que piden tempo, que é o que levamos pedindo nós dende o principio, e que Vestas diga que xa estirou todo o que podía. É frustrante saír con esa mensaxe, pero era algo que xa sabiamos», concluyó David Mariño.

Coincidiendo con la celebración de la mesa industrial un grupo de trabajadores de Vestas se manifestó ayer en Santiago.

La multinacional enfría aún más las expectativas y dice que no hay interés firme en adquirir la planta de Viveiro

Vestas enfrió ayer todavía más las expectativas sobre una posible venta de la planta de Viveiro al manifestar que «hasta el momento ninguna de las más de 800 empresas contactadas ha mostrado un interés firme por invertir en la planta». Dice, no obstante, que sigue abierta a buscar una solución y mantiene su «compromiso de búsqueda de potenciales inversores», pese a que el período de consultas concluyó el 8 de noviembre. Para ello, dice, contrató a la consultora LHH, que sigue trabajando con KPMG, compañía a la que la Xunta ha encomendado la misma tarea, así como con Invest in Spain, perteneciente al Ministerio de Industria. Y dice que seguirá colaborando hasta finales de 2022, de ahí las reuniones que mantendrá con los tres posibles inversores que notificó la Xunta.

La multinacional recuerda que «planteó alternativas» a los 115 trabajadores de la fábrica de Viveiro (reconvertir la planta manteniendo el 20 % de la plantilla e indemnizaciones, entre otras), que fueron rechazadas, impugnándose el despido colectivo. «Vestas -dice- mantiene su oferta, de manera que todos los trabajadores que lo han deseado han sido incluidos en los puestos de operación y mantenimiento con los que se continuará teniendo actividad en la planta desde el 1 de enero».