Leonor Watling: «Me lo paso mucho mejor ahora con Marlango que hace quince años»

Yolanda García Ramos
yolanda garcía RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA POR MORGAN BRITOS

El grupo que forma junto a Alejandro Pelayo abre este sábado el Festival de Jazz & Soul de Ribadeo

03 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni ensayando ni leyendo un guión. Entrevistamos a Leonor Watling (Madrid, 1975) en el instante doméstico más mítico de esta época del año: «La verdad es que estoy sacando las decoraciones de Navidad para ponerlas este viernes... y nada más». Este sábado actúa en Ribadeo (auditorio, 20.00), donde ella, la otra mitad de Marlango junto a Alejandro Pelayo, anima a buscar en esa cita sonora «algo que solo ocurre en la música en directo», es «maravilloso» e «irrepetible».

—¿Ya tiene la cabeza en Ribadeo?

—¡Sí, sí! Ya vamos a ensayar mañana [por hoy] y con muchas ganas de encontrarme con Alejandro en el escenario...

—Su último concierto fue...

—El 30 de septiembre, en Los Teatros del Canal (Madrid), donde tocamos con banda entera. Hicimos un concierto especial. Aunque encima del escenario, solo piano y voz, es muy divertido.

—Esta vez, solo están Leonor y Alejandro entonces. ¡Suena a concierto de lo más íntimo!

—Es muy divertido, porque tenemos total libertad para tocar lo que queramos y lo que quiera el público. El festival de jazz nos encanta y nos hace mucha ilusión, pero nos da mucho respeto porque nos gusta mucho el jazz y nosotros no hacemos jazz. En lo único en lo que, a lo mejor, podría entenderse es en la libertad con la que subimos al escenario, llevamos nuestras canciones, nuestras versiones y construímos el concierto con el público.

—Mencionó el concierto del pasado 30 de septiembre, donde al fin grabaron disco en directo. ¿Qué tal fue la experiencia, siendo distinto a un disco de estudio, sobre todo por el ambiente?

—Totalmente, pero también es muy distinto cómo se vive esa noche a cómo se escucha después. Yo creo que eso es lo maravilloso que tiene tocar en directo, lo que tiene el teatro y tiene cualquier espectáculo en vivo... Que aunque lo grabes, si no estabas allí, no es la misma energía. Es muy curioso.

—¿Cuál fue su concierto más reciente, con la magia del directo desde el lado del público?

—El último al que fui fue al de un músico llamado Leo Sidran. Me gusta mucho que por fin pudiese venir a España, porque antes no había podido. ¡Y fue maravilloso!

—A Galicia ya vino varias veces Marlango, con una trayectoria ya de 15 años. Si viajase en el tiempo ahora, ¿cómo vería a aquella Leonor?, ¿qué le diría?

—Que se relajara. Tenía mucha, no sé... Me lo paso mucho mejor ahora. Me sentía más responsable de todo, más en deuda con todo. Y estar en un escenario sintiéndote responsable y adeudada, es peor que subirte al escenario con la alegría de saber que la gente que ha ido ahí es porque quiere ir ahí y a dejar que las canciones hagan lo que tienen que hacer.

—Creo que da en una clave vital: cuando se aprende a disfrutar, antes se ha tenido que pasar por la carga de la responsabilidad.

—Yo creo que sí.

—Hablemos de futuro. ¿Hay algo en lo que ya piense Marlango?

—Con Marlango, girar con la banda como se hizo en el concierto de Madrid. Después de un tiempo confinados, es una alegría poder estar con compañeros en el escenario. Y escribiendo despacito.

—Su último single es «La cruda». ¿Tiene relación con la pandemia?

—Fue la única canción que escribimos en pandemia. Alejandro estaba en Cantabria y yo en Madrid. Realmente no la pudimos terminar hasta que nos encontramos, en verano. «La cruda» es... muchas cosas. En mejicano es la resaca. También es esa sensación de... ¡Uf! De que, de repente, las cosas están sin hacer, estamos todos como viendo lo que hay de verdad, pero sin cocinar.

—Leo que Alejandro tiene una personalidad muy distinta a la suya. Marlango les complementa.

Somos muy distintos, pero también nos compensamos mucho. Si hay uno muy alegre, el otro hace de contrapeso. Funcionamos mucho en el equilibrio. Musicalmente nos pasa eso; si yo me pongo en algo muy triste, Alejandro siempre va a buscar un cambio armónico que le meta luz. Me pasa lo mismo a mí con las letras; si toca algo súpertriste yo voy a buscar la luz en la letra.

Una trayectoria de 15 años, con siete discos desde 2004 y el último single, que es «La cruda»

Marlango, proyecto musical de Leonor Watling (letrista y vocalista) y Alejandro Pelayo (pianista y compositor) que se define como «grupo de pop con claras influencias del jazz y el blus», nació a finales de 1998 en Madrid contando en sus inicios con el trompetista neoyorkino Óscar Ybarra. En 2004 publicaron su primer disco, Marlango, con el que lograron un disco de oro y sonaron en Japón y Portugal. Siguientes trabajos discográficos fueron Imperfection (2005), The Electrical Morning (2007), Life in the Treehouse (2010), Un Día Extraordinario (2012), El Porvenir (2014) y Technicolor (2018). Durante el confinamiento, vio la luz su último single, La cruda, con la que regresaron a los escenarios para homenajear «la vida y la música», «a José Alfredo Jiménez, a México», «las ganas infinitas que tenemos de poder viajar» y volver a lugares para reencontrarse con el público. Debido a la pandemia, tuvieron que aplazar su gira, Delicatessen, con la que en 2021 están repasando en directo sus 15 años de trayectoria, que comenzó en Madrid en febrero. Es una forma, además, de dar las gracias por esa etapa, desarrollando «el trabajo más bonito del mundo», como lo define Leonor, quien compagina Marlango con su afamada carrera de actriz.

El VII Festival de Jazz & Blues de Ribadeo

Se celebra en el auditorio Hernán Naval, del 4 al 11 de diciembre. Próximas citas: además de Marlango (4 de diciembre), Austin Slack (día 8) y Alfredo García Quintet (día 11). Venta de entradas numeradas. En el siguiente enlace: https://www.gameoverpro.es.