Los vehículos, cerca de 500 según fuentes del comité y poco más de 200 según la Guardia Civil, salieron de Ribadeo y Viveiro y se reunieron en Burela
31 oct 2021 . Actualizado a las 14:51 h.Tras el varapalo judicial del Tribunal Supremo a Alcoa de esta semana, decretando la nulidad del ERE que la empresa pretendía ejecutar en la planta de aluminio de San Cibrao y que implica que (al menos a corto plazo) no puede despedir ni apagar las cubas, este domingo continuaron los actos tutelados por el comité de empresa para exigir una solución de futuro para la planta y la intervención estatal. En esta ocasión consistió en una caravana de coches, que partió de dos puntos, las estaciones de autobuses de Ribadeo y Viveiro, para reunirse en un lugar intermedio, Burela. Participó un buen número de vehículos (cerca de 500 según fuentes del comité de empresa, cifra que fuentes de la Guardia Civil rebajaron a no más de 220) en un acto que discurrió sin incidentes, bajo el control de la Guardia Civil.
Hay unanimidad sobre cuál es la salida para la planta de aluminio: que Alcoa venda, ya que insiste en su inviabilidad. Pero el problema es dilucidar cómo tiene que hacerlo. El comité insta al Gobierno a intervenir la fábrica o a mediar a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), para la venta a un tercero.
Los vehículos se concentraron en la explanada del puerto de Burela, donde estacionaron formando la palabra SEPI y el acto concluyó con una breve intervención del presidente del comité de empresa, José Antonio Zan.
«A Mariña sálvase loitando», claman los trabajadores, que mantienen la huelga indefinida porque el conflicto, pese a la batalla ganada en el Supremo, sigue totalmente abierto.