La vida de Susana Rodríguez Gacio: 33 años de energía, esfuerzo, constancia y superación

j.a. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

M.MORALEJO

La atleta paralimpica, oro en Tokio 2020 y futura Filla Adoptiva Predilecta de Mondoñedo, tiene sus raíces en Argomoso

28 sep 2021 . Actualizado a las 22:53 h.

Argomoso, con apenas unas decenas de habitantes, es una parroquia mindoniense conocida por localizarse en ella las Covas do Rei Cintolo. Allí tiene sus orígenes una mujer, Susana Rodríguez Gacio, que a sus 33 años ejemplifica como pocos los valores de la energía, el esfuerzo, la constancia y la superación, esos que le han valido que vaya a ser nombrada Filla Adoptiva Predilecta de Mondoñedo. En Argomoso nacieron los padres de Susana y toda su familia.

La vida de Susana (Vigo, 1988) ha sido la de una persona que uno tras otro ha ido superando barreras, desde que naciese con albinismo y una deficiencia que le limita la visión a menos del 5 % en un ojo y del 8 % en el otro. Es ciega, lo que no le impidió practicar deporte desde muy niña. Probó varias disciplinas hasta que en 2010 participó en su primer triatlón (natación, bicicleta y carrera a pie) que ya no abandonaría. Entre prueba y prueba, entre títulos europeos y mundiales de paratriatlón para deportistas con discapacidad visual que iban cayendo, entre viajes para competir por todo el mundo, entre entrenamiento y entrenamiento, Susana sacó tiempo para diplomarse en Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela (2015). Antes ya había cursado fisioterapia, obteniendo la titulación en 2009. En 2016 inició su residencia el Hospital Clínico de Santiago trabajando como médica interna residente de medicina física y rehabilitación. Así, entre pacientes y entrenamientos para Tokio, alcanzó sus más altas cotas de popularidad, cuando este año fue portada de la revista Time por su labor en la lucha contra el coronavirus.

Porque en eso también fue un ejemplo, trabajando en lo peor de la pandemia atendiendo llamadas covid y luego ayudando en la rehabilitación de pacientes que habían sufrido la enfermedad y pasado por la uci.

El currículo de Susana Rodríguez sumó un capítulo especial en las paralimpiadas de Río 2016, cuando el triatlón pasó a formar parte de los juegos. Llegaba curtida (en diferentes pruebas, había sido campeona mundial en 2012 en Auckland, Nueva Zelanda; segunda en Londres en 2013, y bronce en Edmonton, Canadá en 2014 y en Chicago en 2015), y saldó su participación paralímpica con un extraordinario quinto puesto, junto a su guía Miguel Gallardo, en su categoría (la clase PTVI): 750 metros a nado, 20 kilómetros en bicicleta y 5 kilómetros corriendo. Un diploma paralímpico que podía saber a victoria, pero Susana, en otro ejemplo de carácter, quería más.

 En esta misma categoría siguió sumando éxitos: medalla de plata en el mundial de Róterdam de 2017 y de oro en Australia en 2018 y en Lausana (Suiza) en 2019, afilando su puesta a punto para su gran objetivo: los Juegos Paralímpicos de Tokio. En septiembre de 2020 cogió una excedencia para centrase en sus entrenamientos y llegado el día no defraudó las más exigentes expectativas, alzándose con el oro junto a su guía, Sara Loehr, dominando la carrera de principio a fin y concluyendo la prueba con un tiempo de 1.07.15. Una vida de sacrificio, disciplina y de dedicación absoluta, pero también de talento y de amor al deporte, se veía colmada con la triple corona: olimpiadas, mundial y europeo.

Además, Susana Rodríguez hizo historia en Tokio al ser la primera paralímpica española en participar en dos disciplinas distintas. Al oro en paratriatlón le sumó un diploma en los 1.500 metros clase T11.

Su currículo deportivo lo iluminan, además de la medalla lograda en Tokio 2020, otras siete medallas en el Campeonato Mundial de Triatlón Adaptado entre los años 2012 y 2019, y seis medallas en el Campeonato Mundial de Europeo Adaptado entre los años 2013 y 2019.

A su llegada al aeropuerto de Peinador con la medalla lograda en Tokio colgada al cuello, manifestaba: ««Hai que valorar a todos os deportistas que están nos Xogos tanto cando as cousas van ben, como me pasou a min esta vez, e cando non é así, porque medallas hai moi poucas e deportistas que chegan para gañalas hai moitos». Y del futuro, París 2024, apuntaba: «Está por decidir».

Para el anecdotario queda que este año la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) le dedicó un cupón con motivo de su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

Lo que está claro es que Susana suma y sigue y en breve le llegará uno de los reconocimientos en la tierra donde tiene sus raíces, Mondoñedo, donde por cierto hace años fue pregonera de As San Lucas.