El restaurante Muro de Viveiro entregó sus «medallas» a Santi Chao y Miguel Seijo

Que un deportista de alto nivel debe cuidar mucho su alimentación, ya se sabe. Y que el pulpo aporta selenio, yodo, fósforo, calcio, sodio, zinc y magnesio, además de ser rico en vitaminas del grupo B, así como en tiamina y vitaminas A y E, lo conoce más un nutricionista. Entonces, podemos asentir en que el cefalópodo debería formar parte de la dieta de un campeón, sin problema. Y a eso contribuye desde ayer, en el caso de los viveirenses Santi Chao y Miguel Seijo, el restaurante Muro de Viveiro. Comenzó con la singular iniciativa de dar pulpo gratis de por vida a medallistas olímpicos gallegos de Tokio más a Adrián ben, quién acarició en el país nipón la presea. Luego, la extendió a los paralímpicos. Y después a otros deportistas de éxito más o menos reciente en sus modalidades como Chao y Seijo, que ya se acercaron a degustar el cefalópodo en el local y a recibir, de paso, la medalla correspondiente por parte del hostelero (con un diseño muy realista y logrado por Futures).

Es su gesto peculiar de reconocer el esfuerzo físico y mental que tienen que pasar todos ellos para alcanzar la ansiada cumbre en su carrera deportiva. Además de los que lo han logrado en los Juegos Olímpicos de Tokio, todo un sueño para cualquier deportista, hay que recordar que Santi Chao, trasplantado de corazón, coronó los Alpes, y que Miguel Seijo es campeón mundial de Men’s Phisyque.

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