La ministra de Industria, Reyes Maroto, afirmó que se queda «con la palabra» del CEO de Alcoa, Roy Harvey, después de que Gobierno y multinacional discrepasen sobre la reunión mantenida en Pittsburgh. La compañía se ciñe al comunicado enviado a medios y obreros.
En la nota, Alcoa afirmaba que Harvey «no se comprometió» a vender la planta de aluminio de San Cibrao a terceros sin la mediación de la SEPI. Maroto había anunciado que el CEO de la compañía estaba «dispuesto» a hacerlo.
La ministra justificó eludir que la SEPI se haga cargo de la planta porque supondría que el Gobierno asumiría todos los riesgos de la venta.
Consultadas sobre las palabras de Maroto, fuentes de Alcoa insisten en que Harvey «no comprometió una venta directa». Las mismas fuentes confirmaron que la multinacional «no comparte» la fecha tope fijada por el ministerio, el 30 de septiembre, para cerrar la operación.
Por otra banda, Alcoa transfirió la actividad de compraventa de aluminio procedente de las diferentes unidades del grupo que realizaba a través de Aluminio Español, la filial titular de la planta de Cervo, a una sociedad de la compañía en Holanda. El valor de la operación se estima en nueve millones de euros. Fuentes de la empresa defienden que «es una cuestión organizativa sin impacto en San Cibrao».
Los trabajadores celebrarán una asemblea mañana viernes (12.00 horas) en la que abordarán retomar la huelga indefinida.