Día clave para Alcoa San Cibrao: Maroto negocia hoy en Pittsburgh la venta de la planta

RAMÓN GONZÁLEZ REY VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

La ministra visita la sede de la empresa para desbloquear la venta

19 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A un océano de distancia de San Cibrao, o a casi 6.000 kilómetros en línea recta, la partida por el futuro de la planta de A Mariña, que tiene en vilo a una comarca dependiente de la fabricación de aluminio, se juega este lunes en Pittsburgh. La ministra de Industria, Reyes Maroto, y el presidente de Alcoa, Roy Harvey, se reunirán en una entrevista que debiera servir para desbloquear un enquistado proceso de venta. Sin embargo, parece difícil avistar la solución de un conflicto laboral que hace sufrir a los mariñanos desde hace casi dos años. 

¿Por qué ha encallado el proceso de venta?

Al menos cuatro empresas -según varias fuentes serían Sidenor, Trafigura, Atlas y Alvance, de GFG- han mostrado su interés por la planta de aluminio de San Cibrao. El comité asegura que uno de los posibles compradores «reúne todas las condiciones» para la venta, «otro estaría muy próximo y con otros dos se tendría que negociar».

Pese a todo, las diferencias entre Alcoa y el Gobierno frenan la venta. La multinacional aspira a que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ejerza un papel central en el traspaso. El Ejecutivo insta a la compañía a completar sin tutela la operación. 

¿Cuál es la postura de Alcoa?

Alcoa ha insistido en negociar una venta al abrigo de la SEPI después de los reveses judiciales recibidos. El primero, la declaración de nulidad del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que pretendía cerrar la electrolisis de San Cibrao. El segundo, la condena por elegir un comprador especulativo para las plantas de A Coruña y Avilés.

La multinacional no tiene prisa, toda vez que su petición coincide con la de los obreros, y pide a la SEPI que escoja comprador. 

¿Cuál es la posición del Gobierno?

En el pasado mes de mayo, cuando Alvance era el único pretendiente de la planta, el Gobierno se ofreció a «triangular» la venta, una oferta que se ha esfumado conforme han aparecido más posibles compradores. El Ejecutivo central asegura ahora que la mediación de la SEPI no es necesaria para que la operación acabe con éxito.

Al tiempo que ha dado marcha atrás, el Gobierno ha endurecido el tono contra Alcoa, acusándola de «enredar» y de formular «chantajes», sugiriendo que la letra pequeña que pretende incluir la empresa es inasumible. 

¿Qué reclama el comité?

Para los trabajadores, la presencia de la SEPI en la ecuación es la garantía imprescindible para que la venta de la planta de aluminio de San Cibrao no acabe como las de Avilés y A Coruña.La Audiencia Nacional condenó a Alcoa, pero la realidad es que las electrolisis de A Grela y San Balandrán están paradas y sin perspectivas de futuro para sus excompañeros. Por ello reclaman al Gobierno central que cumpla con su promesa y medie en la venta. 

¿Y la vía judicial?

De fondo, una de las claves para entender el conflicto: Alcoa no ha renunciado a aplicar el ERE que presentó en octubre de 2020, tras frustrar el primer proceso para la venta de la planta de aluminio. El TSXG declaró nulo el despido colectivo, que afectaría a 524 trabajadores. La multinacional recurrió el fallo ante el Supremo, por lo que mantiene abierta la posibilidad de la vía judicial para cerrar la fábrica.

Protesta cuando vence el acuerdo de paz social: «A Mariña, unida por una solución»

Este lunes, 19 de julio, es una fecha señalada en el conflicto de San Cibrao, no sólo por la reunión que mantendrán Alcoa y el Gobierno central -14.30 hora española-, sino también porque termina la vigencia del acuerdo por el que la multinacional y el comité acordaron prolongar la paz social a fin de no entorpecer las negociaciones de venta de la planta. Los sindicatos citan a la sociedad de A Mariña esta tarde en el centro social de Río Cobo, a las 18.00 horas, para retomar las protestas.

Los sindicatos avanzaron el pasado viernes una «acción sorpresa» tras la reunión de la mesa multilateral, que constató la falta de avances para un traspaso de las instalaciones. El presidente del comité, José Antonio Zan, expuso que «A Mariña unida va a reclamar una solución».

El organismo de representación de los trabajadores concreta que por el momento no hay fecha de reunión con los dirigentes de la multinacional para abordar la situación en adelante, ya que «la paz social dependerá de lo que traiga la ministra (Maroto) de Pittsburgh», advirtió Zan. «Si no trae una solución, traerá un gran fracaso y más movilizaciones, y volveremos a la huelga». 

De nuevo a la lucha

La paz social se prolonga desde el pasado mes de mayo, cuando los sindicatos aceptaron levantar una huelga indefinida que mantenían desde octubre de 2020. Fue la respuesta al fracaso del primer intento de venta y al ERE presentado por Alcoa.

Representantes sindicales, trabajadores y familias no ceden al desgaste y las centrales llaman de nuevo a la lucha para forzar una solución. «Tenemos que ser los leones que éramos, sabemos cómo hacerlo y no vamos a permitir que el Gobierno nos deje tirados», arengó Zan.