El Pequeño Nicolás, «un imitador que se quería relacionar con el poderoso» en su viaje a Ribadeo

La Voz RIBADEO

A MARIÑA

Eduardo Parra

El juicio quedó visto para sentencia; el abogado defensor pidió su libre absolución y el fiscal una pena de siete años de prisión

20 jul 2021 . Actualizado a las 11:11 h.

Este lunes quedó visto para sentencia el juicio en el que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, popularizado como el Pequeño Nicolás, fue juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid por los hechos ocurridos en su viaje a Ribadeo en agosto de 2014 para comer con el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, en el restaurante San Miguel. Está acusado de los delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho pasivo, por presuntamente hacerse pasar por un enlace entre el Gobierno y Casa Real. La causa quedó vista para sentencia. El Pequeño Nicolás declinó hacer uso de su derecho a la última palabra, como ya hizo el martes pasado en el juicio en el que se le acusa de haber falsificado su DNI para que un amigo le hiciera la Selectividad en 2012. El letrado de Gómez Iglesias solicitó su absolución, destacando que el acusado fue «un imitador que se quería relacionar con el poderoso» para saciar su «ánimo megalómano».

Asimismo, el abogado Manuel Marchena señaló que los hechos juzgados son «poco morales», pero esto no quiere decir que constituyan un delito. «No estamos aquí para describir el perfil del Pequeño Nicolás, sino para saber si hay responsabilidad penal», manifestó. Y concluyó: «No se han podido demostrar los elementos de cargos para poder dictar una sentencia condenatoria».

Por su parte, el fiscal mantuvo la petición de siete años de prisión y una multa de unos 81.000 euros.

En su intervención, el abogado del Pequeño Nicolás manifestó también que su cliente «tenía contactos con miembros de Casa Real y Gobierno. No dejaba de ser cierto, aunque se pudiera inflar, que esos contactos existían». Y añadió: «No se puede castigar penalmente a quien ha llevado a cabo un ejercicio de mera jactancia».

El letrado subrayó que su cliente «lo único que pidió» a los dos policías que también se encuentran procesados es que se organizara un desplazamiento que diese a entender que era «una persona poderosa».

El Pequeño Nicolás llegó solo y «escuchando música» a la Audiencia Provincial de Madrid a las 9.25 horas. A su salida del juicio aseguró que estaba «muy contento» y que no había hecho uso de la última palabra porque ni ha querido y ni es obligatorio. Según manifestó, confía en una sentencia absolutoria.