Trece meses de pandemia se cobraron unos siete millones en Burela y Celeiro

s. s. REDACCIÓN / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Las lonjas vendieron más pescado, pero facturaron menos al bajar el precio

26 abr 2021 . Actualizado a las 21:45 h.

«Esenciales» como proveedores de un alimento básico, sano y saludable, han capeado los primeros trece meses de la pandemia como mejor han podido y les han permitido. Afrontando la tormenta perfecta del coronavirus con el mismo instinto de supervivencia con el que sortean los temporales en el medio hostil donde trabajan, no han regateado esfuerzos para garantizar que no faltase pescado fresco en los hogares españoles. Siguen jugándosela, porque el virus no se ha ido y los vacunarán cuando les toque, cumpliendo con la sociedad y la economía mientras relativizan pérdidas que ya tienen cifras. Unos siete millones de euros se ha cobrado la crisis sanitaria en las lonjas de Burela y Celeiro en los trece meses transcurridos desde el 14 de marzo del 2020, cuando España decretó el estado de alarma, hasta este 14 de abril.

Medio millón de euros menos cada mes en un contexto general complicado y agudizado, en su caso particular, por la incertidumbre de no saber cuánto les pagarán por su trabajo. Supone recortes de ingresos, en primer lugar, para las tripulaciones y los armadores de los pesqueros. En proporciones diferentes, también se han resentido los bolsillos del resto de eslabones de la cadena que conduce el pescado del mar a la mesa: las lonjas, los intermediarios, los transportistas y los pescaderos.

Haciendo gala de esa solidaridad que los caracteriza ante las dificultades, se declaran afortunados porque, pese a todas las contrariedades, al menos han podido trabajar. Eso sí, con la línea de flotación más sumergida de lo habitual por los confinamientos de la sociedad, los cierres de la hostelería que valorizaba sus mejores piezas o la pérdida de poder adquisitivo de miles de damnificados por regulaciones temporales de empleo o, directamente, de los que se quedaron sin trabajo.

Las cifras del impacto

En ese escenario, poniendo al mal tiempo la mejor cara posible, no han parado de navegar los cientos de pequeñas y medianas empresas que pivotan alrededor de las lonjas de Burela y Celeiro. Por facturación, la que gestiona Armadores de Burela es la segunda entre las 65 gallegas, tras la de Vigo, y la que dirige Puerto de Celeiro, la cuarta, precedida por la de A Coruña. Con la de Ribeira forman el quinteto titular en los mercados autonómicos de la pesca.

Buena parte de los profesionales que durante los últimos trece meses han visto menguadas sus remuneraciones, probablemente no puedan concretar el impacto de la pandemia en un sector fundamental en la economía y la sociedad de A Mariña y de Galicia. Las estadísticas oficiales, las que recopila la Consellería do Mar en su plataforma PescadeGalicia, permiten calcular cuánto dinero han dejado de ingresar.

Juntas, las lonjas de Burela y Celeiro distribuyeron en lo que va de pandemia unos 40 millones de kilos de pescados y mariscos frescos, 3 millones más que durante los trece meses comprendidos entre mediados de marzo del 2019 y mediados de abril del 2020. Facturaron 114 millones de euros, unos 7 millones menos que en el período anterior porque el kilo del conjunto de productos se lo pagaron a una media de 2,88 euros, un 13 % más barato. Mayor perspectiva del impacto del covid la ofrece la comparación con los promedios desde el 2015: las ventas cayeron un 5 % y la facturación un 12 %, el mismo porcentaje que el precio por kilo.

A 2,8 euros en el mercado marinero celeirense

También son provisionales las estadísticas de la lonja celeirense que recoge PescadeGalicia desde enero hasta el pasado 14 de abril, y definitivas las del 14 de marzo al 31 de diciembre del 2020. El mercado marinero que rige Puerto de Celeiro subastó en lo que va de pandemia unos 17 millones de kilos de pescado fresco, cerca de un 10 % más que en los trece meses anteriores y alrededor de un 2 % menos que la media desde el 2015. Se resintió en la facturación porque con unos 47 millones de euros se dejó un 8 % respecto a los trece meses anteriores y un 9 % comparando con el promedio del lustro. El impacto más negativo ha sido en el precio medio por kilo para el conjunto de productos comercializados. Durante la crisis del coronavirus rondó lo 2,8 euros, un 16 % menos que en los trece meses precedentes y un 14 % menos que desde el 2015.

Medias de tres euros el kilo en la rula burelense

Consolidados de marzo a diciembre del 2020 y provisionales desde enero hasta este 14 de abril, el análisis de los datos de la rula que gestiona Armadores de Burela indica que durante la crisis del covid-19 comercializó unos 23 millones de kilos de productos del mar frescos, un 8 % más que en en los trece meses precedentes, y facturó unos 67 millones de euros, sobre un 4 % menos.

Tomando como referencia los promedios de los cinco períodos de trece meses que van de marzo del 2015 a abril del 2020, las ventas se redujeron sobre un 8 % y los ingresos en torno a un 15 %. Mantuvo mejor el tipo con las cotizaciones medias por kilo del conjunto de las especies subastadas: en lo que va de crisis del coronavirus rozó los 3 euros, un 11 % menos respecto a los trece meses anteriores y un 8 % menos que el promedio de los cinco años precedentes.