Rodrigo Navarro, un viveirense que no conoce fronteras en kayak

Iván Díaz Rolle
i. díaz rolle REDACCIÓN / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

De su enésima experiencia internacional, en Turín, el palista de Viveiro volvió con tres medallas

05 abr 2021 . Actualizado a las 12:12 h.

Un kayak y una pala. Es todo lo que necesita Rodrigo Navarro Fernández para sentirse capaz de romper cualquier frontera que se le ponga delante. Si además puede aprovechar para compartir momentos con personas que sienten su misma pasión y descubrir otros rincones del mundo, mucho mejor. Su colección de aventuras y medallas se amplió el pasado fin de semana tras participar en la Turín Kayak Canoe Marathon, una prueba incluida en World Series de la Federación Internacional de Piragüismo (ICF) y donde se subió tres veces al podio, cada una a un cajón distinto.

«Son regatas donde quiere estar todo el mundo porque dan puntos para estar en los mundiales y europeos», explica sobre una competición que congregó a unos 200 deportistas de Italia, Francia, Alemania y España y en la que este deportista de Viveiro fue el único gallego. El pabellón irmandiño, eso sí, quedó bien alto. El sábado formó K2 con el local Iván Comi y fueron quintos en la general y subcampeones veteranos. «Nos conocimos justo antes y en cinco minutos armamos el barco», cuenta. Y el domingo, ya en un kayak individual, dio la talla en una exigente maratón de 15 kilómetros. «Me encontré bien, fuerte, y salí a liderar, aunque al final fui tercero», y campeón en la categoría máster A con una marca de 1:15:16.

Si bien, el aspecto deportivo casi pasa a un segundo plano en certámenes como el de Turín: «Fue una experiencia genial. Las federaciones gallega y española me dieron todas las facilidades para viajar a pesar de la pandemia, y fui a Lleida en mi coche, donde me reuní con otros compañeros españoles y nos sometimos a los test para salir del país. Los protocolos en el piragüismo son bastante sencillos, porque si eliminas el público es un deporte muy seguro. Lo más bonito de estas cosas es que te reencuentras con palistas con los que coincidiste en otros lados. Muchos incluso nos hablamos días antes a ver si vamos. Compites y entrenas con la ilusión de hacer un buen papel, pero lo bonito es todo lo que rodea a estas regatas».

Desde que en el 2014 probó en Ardèche su primera cita fuera de España, Navarro no ha dejado de conocer mundo subido en un kayak. «Estuve varias veces en Río Negro, en Argentina, y en Europa en varios países: Portugal, España, Francia, Italia, Reino Unido... También fui a África para competir en Marruecos. Y estuve a punto de ir a unos Máster Games en Nueva Zelanda, pero en Oceanía y Asia es complicado, porque tienes que mandar todo el material tres meses antes, y no te lo reenvían hasta tres meses después».

Moscú y el mundial de Rumanía, espera, serán los próximos grandes viajes de un palista del CP Urban Viveiro que se centra en el gallego el día 10: «En Galicia también hay regatas preciosas».