«La venta de zapatillas de casa es algo increíble, como fue el papel higiénico»

Yolanda García Ramos
yolanda garcía BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

«La tienda online es una pequeña ayuda», dice Calzados Tomás en Burela

20 ene 2021 . Actualizado a las 09:59 h.

En septiembre del año pasado, en una situación del covid de cara más amable que la actual, tras pasar el estricto confinamiento de marzo a junio y llegar a un verano con algo de esperanza y deseos de buenas noticias, Calzados Tomás, veterana tienda de Burela, con 59 años de trayectoria «vistiéndonos por los pies» literalmente, estrenaba su página web. Toda una aventura «online», atendiendo sobre todo a la demanda de su clientela aunque ese comercio burelense ya venía pisando firme mucho antes de esta larga pandemia. El reto llegó y con éxito en el despegue, avalado por el buen hacer familiar del comercio, en el que desde hace casi diez años ya está al frente la hija de los fundadores Tomás Baltar y Ana María López, Marta Baltar. Y con un almacén de aúpa, con más de diez mil pares, también en venta a golpe de «click».

Ahora que el covid vuelve a enseñarnos uñas y dientes, regresamos a Calzados Tomás, donde Marta Baltar reconoce: «Como en el caso de nuestro comercio, da igual los años que lleves de apertura, porque está muy complicado, para todo el mundo». «Cuando salimos del confinamiento de la primavera nos decidimos preparar la tienda online, para dar facilidades y abrir mercado. La página está funcionando relativamente bien, aunque más que realizar envíos, la gente viene sobre todo a recoger a tienda. Fuera de Galicia se hacen clientes nuevos, que incluso me preguntan por WhatsApp. Pero los cierres perimetrales son los que están acabando más con nosotros, porque somos pueblos pequeños y vivimos unos de otros». En ese sentido, y recordando que Burela y buena parte de A Mariña vuelve a sufrir restricciones máximas, añade: «Aquí el palo está siendo grande. La campaña de Navidad fue muy buena. Otros años, era una campaña que estaba decayendo, pero este, al no poder comprar la gente fuera ni en grandes superficies comerciales, se notó. Pero... es pan para hoy hambre para mañana, porque no es algo continuo. Antes iba bien porque era la época de estar recién abiertos en la web y no había restricciones. Hoy, empiezo a tener mis dudas porque la cosa se está complicando». El mensaje clave que nos da, ante este mapa de incertidumbre constante: «Ya no se sabe. Ahora sí que es el día a día y no se pueden hacer más planes». «Nosotros tenemos las compras hechas, en breve vendrán las del próximo otoño-invierno. Tenemos mucho almacén pero ahora hay que comprar lo justo y necesario y el resto, ofertas y liquidación, hacer limpieza de almacén y trabajar lo que más demanda la gente», continúa. «La venta online es una pequeña ayuda, pero creo que tenemos que afianzarnos», concluye. «El 95% de la venta es físico, en tienda», indica la comerciante.

"Cuando salimos del confinamiento de la primavera nos decidimos preparar la tienda online, para dar facilidades y abrir mercado. La página está funcionando relativamente bien"

La zapatilla de casa, «top»

Relacionado con la tendencia actual, y también influenciada por el covid, Marta Baltar apunta que «lo que pasa con la zapatilla de casa es algo increíble, debe ser como el papel higiénico en los supermercados. Tenemos muchísima variedad de zapatillas de casa, casi podemos decir que estamos especializados en ellas. Por ello, metimos ofertas en números sueltos. En la web, de mujer hay cien modelos pero no están todos, unos 90 de hombre y de niño y niña, menos, unos 60 aproximadamente». ¿La explicación?: «Porque estamos más tiempo en casa y la zapatilla de casa se gasta más, igual que el pijama o el sofá». «Lo que noto, aparte de la pandemia, es el clima, tanto en zapatería como en ropa. Si en el invierno no viene frío y lluvioso, la mercancía no se mueve igual que si viene el tiempo que toca. Lo primero que vende es el clima; es el mejor vendedor para mí, pero ahora están las trabas de la pandemia», añade.

En definitiva, Marta Baltar subraya que toca adaptarse a las nuevas circunstancias desde el punto de vista comercial: «Tienes que ser consciente de que se pueden reducir ventas, aunque tengas capacidad de almacenaje. Te centras mucho en lo que pide la gente, lo más vendido. Lo de fiesta, ya está apartado totalmente». Con respecto a la situación del sector en su municipio en Burela, su radiografía es: «De momento no noté cierres en Burela... pero los va a haber».