Un constructor, dos célebres médicos y también un sheriff de Tampa
Al marinero de Alberti la marejada le tiraba del corazón. Y a dos de los hijos de Ángel Docobo y María Fernández les sucedió lo mismo con América. Les tiraba del corazón. Ángel, el mayor -que fue campeón de España de 4x400 metros en los años 40 y jugó al fútbol en el Ribadeo F.C. en 1935- decidió volver a Cuba. Trabajó en la Banca y, cuando mejor le iba, llegó Fidel y todo cambió. Regresó a Galicia y abrió dos academias, primero en Lugo y luego en Salamanca.
El otro que marchó a América fue Ramón, el médico, tras casarse con Ramona Alonso Flores, hija de un emigrante de A Devesa y nacida en Cienfuegos (Cuba). Se habían conocido en Ribadeo, se casaron en 1953 y emigraron en 1960 a Tampa (Estados Unidos). Tuvieron cuatro hijos: Ángel J. Docobo, casado con Celia; José María, casado con Vivian; Alberto N. casado con Lynn; y Ramón Hebert, nacido en 1963 y casado con Marisella. Ramón falleció en Tampa en 1995 y Ramona en 2017. De sus cuatro descendientes, el de mayor notoriedad fue José María Docobo Alonso. Trabajó durante 24 años en la Oficina del Sheriff del Condado de Hillsborough y él mismo fue elegido sheriff ?el encargado de aplicar la ley- entre 2004 y 2018 con el grado de coronel. Asistió a cursos de capacitación internacionales para la lucha contra el terrorismo y fue miembro del Grupo de Seguridad Nacional del Estado de Florida. Es autor de libros sobre su especialidad y un centro de educación lleva su nombre.