El langostero francés reconvertido en el arrastrero burelés Río Rus

Capitán José Pino

A MARIÑA

El Río Rus en A Coruña, en su primera reforma
El Río Rus en A Coruña, en su primera reforma José Pino

Lo halló quilla arriba el Artadi cuando volvía de Gran Sol y lo remolcaron a Bilbao

16 dic 2020 . Actualizado a las 12:52 h.

A finales de la década de los 50 y principios de los 60 los franceses construyeron pesqueros que complementaban sus funciones para trabajar todo el año. A la pesca de la langosta en aguas africanas o sudamericanas en primavera y túnidos en verano le añadirían el arrastre el resto del año. Chautiers y Ateliers de la Perriére en Lorient botaba en 1959 el Kador. De 29 metros de eslora y 6,92 de manga, desplazaba 137 toneladas y equipaba un Sulzer T6 DW-22 de 375 HP para el armador Joseph Courtet, del puerto bretón de Camaret, muy próximo a Brest.

El 14 de abril de 1962 salía de puerto hacia la costa brasileña, a por langosta marrón, especie comercial que ocupaba a la flota francesa antes de dedicarse al bonito. Ese caladero sería cerrado a esta pesca en noviembre de 1962, asignándose Brasil el limite de su plataforma por encima de las doce millas pertinentes.

El Kador, remolcado por los pesqueros de Ondárroa
El Kador, remolcado por los pesqueros de Ondárroa Claudio hijo y Vicente Talon

El naufragio del Kador

El 20 de abril de 1962, cuando volvía de marea, el arrastrero ondarrés Artadi observó un objeto demasiado grande a la deriva, por lo que varió su derrota hasta comprobar lo que era un pesquero volteado con la quilla al sol.

Engancharon remolque a proa con su calamento y dieron parte telegráficamente al armador, para la confirmación del hallazgo a la Capitanía de Bilbao. Al dar avante, el barco remolcado se metió bajo el agua dejando solamente la proa a la vista. El F. Ferrer y el Monte Alaitz lo cruzaron camino a caladero y le ofrecieron su ayuda. El lekeitiano Jesús Acarregui, patrón del Artadi, rechazó la oferta, ya que sus armadores Alcorta y Cortázar habían enviado los barcos de la compañía Nuestra Madre y Zaldupe a completar el remolque.

Desde Bilbao le comunican a Acarrégui que se trata del Kador, langostero francés que navegaba con 12 tripulantes a las órdenes del patrón Jean Kermel. De edades comprendidas entre los dieciocho y los cuarenta años, casi todos ellos de Morgat, un puerto del Finisterre francés, donde esta desgracia constituye una gran tragedia para un pueblo de mil habitantes. El lento remolque llega el 26 de abril a las cercanías de Punta Lucero, donde el Artadi es enviado a Ondárroa a descargar la pesca. El Astillero La Naval se hace cargo del operativo con dos gabarras que afirman el barco y dos remolcadores para introducirlo en el abra de Bilbao.

Se realiza la primera inspección por parte de buzos, se descarta la existencia de supervivientes y se observan los botes salvavidas en su posición. El 28 de abril entran en la ría por la banda de Algorta, que ofrece más calado, para que el Kador no toque el fondo, y queda situado en las proximidades del puerto de Santurce.

Hasta el día 1 de mayo el operativo no logra reflotar el langostero y achicarlo por completo. En la escala de la máquina aparece el cadáver de un tripulante enredado en los cabos y redes, debido al movimiento provocado durante días, y que en un principio llevó a asegurar que se había encontrado atado a la barandilla.

El Kador en astilleros de Murueta, en la ría de Guernica, donde fue recuperado
El Kador en astilleros de Murueta, en la ría de Guernica, donde fue recuperado Fondo Foat

La investigación y las conclusiones

El hallazgo hizo correr ríos de tinta y toda clase de hipótesis, desde la fama de mala suerte (el Kador en su primer año había roto amarras en Camaret, salió de puerto y fue salvado a punto de estrellarse contra los acantilados) hasta ponerse en duda la estabilidad de estas unidades (su gemelo Le Moros había desaparecido en Gran Sol tres meses antes de la misma forma). Nada más lejos de la realidad la falta de estabilidad en unos barcos que tenían mucha manga para su eslora.

Los investigadores determinaron que había cargado los pertrechos y el equipo de pesca en la parte alta del guardacalor y navegaba con poco combustible en los tanques, rumbo a Las Palmas, para llenarlos a tope allí aprovechando los precios más bajos de gasoil. En esas condiciones, en medio de un mar de aleta y con las puertas de desagüe en cubierta cerradas permanentemente, se habría provocado el cuchareo y posterior volteo, sin tiempo a soltar los botes salvavidas.

El barco sale a subasta en tres ocasiones, quedando desierta la puja en agosto de 1964. Por tanto, la casa armadora de los pesqueros que llevaron a cabo el hallazgo y salvamento, Alcorta y Cortázar, se lo quedan en propiedad.

Río Rus CO-2-3059 E.F.N.L.

Reparado y reformado en los astilleros de Murueta, el barco es adquirido para el puerto de Coruña por José de la Puente, armador del arrastrero Terranova, y Santiago Calviño, propietario de la baka homónima. El barco utiliza los caladeros gransoleros y en 1974 entra en la sociedad armadora el patrón de pesca Víctor Cousillas con un cuarto del capital. Es sometido en verano de 1979 a obras de reforma en los Talleres de O Freixo, donde le cierran la popa y costados. Al iniciar de nuevo la actividad, el barco alternará los caladeros litorales del Cantábrico Noroeste.

El Río Rus, ya con cierre total y puente nuevo, entrado en Burela con mal tiempo
El Río Rus, ya con cierre total y puente nuevo, entrado en Burela con mal tiempo COFRADÍA DE BURELA

Pescando a la pareja con el Juan Iglesias desde 1988 hasta 1993

El pesquero es adquirido después por los socios pontevedreses Ricardo Touza, César Touza Ferrer y Antonio Crespo Pazos, utilizando Marín como puerto base desde 1979 a 1984, cuando es comprado para Muros.

El 5 de noviembre de 1986 el arrastrero lo compran para A Mariña los hermanos xovenses Jesús y Raúl Canoura Fernández, utilizando Burela como puerto de trabajo y sometiéndolo a una profunda reforma en el verano de 1988, en Vigo, donde le instalam un nuevo motor Unidiesel Poyaud, de 950 HP a 1.000 rpm. En 1988 se dedicará a la pesca en pareja con el Juan Iglesias, modalidad de la que siempre Burela había tenido presencia y que finalizaba definitivamente en 1993, cuando la parte de Raúl Canoura, padre e hijo, la adquiere el patrón de pesca coruñés José Rodríguez Domínguez, quedando en sociedad con Iberia López y sus hijos.

Baja para el Virxe do Mar

En 1996 el barco rompe el cigüeñal, quedando amarrado en Coruña. Lo compra Vidal Armadores para Ribeira, le instalan un Caterpillar 3412D y volverá a ser destinado a la pesca en pareja con el arrastrero Boteira. En diciembre de 1997 se autoriza su baja para una nueva construcción, pero la orden la permuta su armador, que aporta otro barco que estaba paralizado para la construcción del Playa do Castro. En 1999 el Río Rus lo adquiere José Manuel Santamaría Álvarez, vecino del mismo puerto. Finaliza sus días definitivamente en junio del 2003, causando baja para la construcción del arrastrero de litoral Virxe do Mar.