A Mariña y el fútbol sala, 30 años de pasión y amor correspondido

Iván Díaz Rolle
I. DÍAZ ROLLE BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

Un momento de la fiesta en Burela tras el ascenso del Cefire en 1999 tras una agónica eliminatoria contra el Móstoles
Un momento de la fiesta en Burela tras el ascenso del Cefire en 1999 tras una agónica eliminatoria contra el Móstoles GABRIEL TIZÓN

El Cefire Burela inició en 1990-91 una historia que no deja de sumar episodios

24 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

De divertirse en maratones, a tener dos equipos en la Primera División de fútbol sala en un municipio de apenas 9.500 habitantes. Entre una foto y la otra, 30 años de pasión y amor correspondido por un deporte que ha dado a A Mariña unas cuantas alegrías inolvidables. Probablemente ninguna tan grande como la que describe con todo lujo de detalles el recién estrenado documental «Honra».

Quico Otero recuerda mejor que nadie una fiebre que entró en la comarca a finales de los 80: «Daquela facíanse moitos maratóns e moita xente ía velos. Nós fixemos un equipo para competir neles. Había uns cantos rapaces con proxección e decidimos federarnos». Corría la temporada 1990-91 y el Cefire iniciaba su carrera al cielo, en un pabellón casi vacío: «Daquela ía máis xente ao balonmán, pero fomos medrando a partir de facer unha canteira moi grande».

Vinieron ocho cursos de continuo crecimiento hasta la élite con unos cuantos futbolistas que marcaron a varias generaciones de aficionados. Beto, Óscar Ordóñez, Darío Paz o Javi Alvéndiz son algunos de los nombres propios de una plantilla con varios apasionados que se han encargado de mantener vivo el futbito en A Mariña durante estas tres décadas.

«É un deporte moi bonito, entre outras cousas, porque é relativamente barato. Con moito traballo e un orzamento non demasiado grande, moitos pobos teñen a posibilidade de competir no máximo nivel», destaca el todavía activo preparador del Xove, en Segunda B, al que han seguido varios de los que entonces eran sus pupilos: Javier Pardeiro, Julio Delgado y Juanma Marrube.

Un derbi entre el Puerto Celeiro y el Pescados Rubén Burela, en 2003
Un derbi entre el Puerto Celeiro y el Pescados Rubén Burela, en 2003 No disponible

Tras el ascenso, el Cefire tardó poco en mudarse a Viveiro y convertirse en el Puerto Celeiro para seguir compitiendo en la División de Plata. En ella, el cuadro chilindrín, dirigido por Otero, se cruzó en varios derbis apasionantes con un Pescados Rubén Burela en meteórica ascensión con Pardeiro como entrenador. El burelense, luego, convirtió al conjunto naranja femenino en campeón de Liga y Copa, tras coger el relevo en ese cargo del que era técnico asistente del antiguo club, Julián Amarelo.

Precisamente es otro excompañero, Julio Delgado, quien continúa cosechando éxitos al mando de las guerreiras laranxas después de ser, además, el primer míster que dirigió al Burela en la máxima categoría masculina, ya en 2012. El salmantino es testigo directo del fuerte vínculo que genera Burela con la gente del fútbol sala. «La relación humana que se forja entre los vecinos y los jugadores, aún hoy lo veo con mis jugadoras, nos hace sentirnos muy a gusto. Además hay un trabajo firme de profesionalización y apuesta por este deporte. Criar a mis hijos en este entorno ha sido un lujo porque aquí tus problemas son de todos, todo el mundo se conoce y ayuda», explica un hombre marcado por el «grupo humano» que componía aquel Cefire.

El Pescados Rubén femenino colecciona títulos al máximo nivel
El Pescados Rubén femenino colecciona títulos al máximo nivel PEPA LOSADA

En esa cuadrilla se sintió «moi a gusto» el actual entrenador del Pescados Rubén masculino, Juanma Marrube, aunque no completó la temporada del ascenso a División de Honor. «Estiven con eles, sempre me trataron moi ben, pero eu non fun responsable daquel ascenso. O máis importante daquilo foi a paixón que xeraron, espertaron o soño de defender o pobo de Burela na elite en xente como Iago Míguez, e iso é precioso», destaca.

El alfocense que hizo posible el sueño de revivir un ascenso a la élite ve razones claras para el asentamiento del fútbol sala en Burela: «A xente tiña moitas gañas de ver deporte de nivel, Pescados Rubén foi e é un patrocinador que apostou moi forte e hai un grupo de xente que traballou moi duro para sentar unhas bases de profesionalización».

Jugadores del Burela mantean a Juanma tras dar el salto a Primera División en 2018-19
Jugadores del Burela mantean a Juanma tras dar el salto a Primera División en 2018-19 Xaime Ramallal

Marrube es el último exponente de una escuela de entrenadores con un nexo de unión en aquel Cefire primigenio, pero también con muchas diferencias: «Pardeiro, Julio e Quico pasaron polo fútbol sala feminino e eu non, pero ademais non creo que haxa unha forma de entender o xogo común. Cada un foi bebendo das súas propias experiencias».

Los une, eso sí, el gusto por un deporte que ha marcado a A Mariña y que ha cambiado mucho en estas tres décadas. «Era máis rico antes. Non entendo moi ben algúns cambios de regras. Antes, por exemplo, había que saír xogando desde atrás, agora pódese dar un pelotazo e listo. Co nivel físico actual e as vellas regras sería espectacular», razona Quico Otero sobre un deporte que, sin embargo, ha mantenido firme su relación de amor con A Mariña estos 30 años.