Abre en Foz el primer centro que ofrece pilates de máquinas en A Mariña, y está a tope

y. garcía FOZ / LA VOZ

A MARIÑA

CEDIDA

«La gente ahora busca estar mejor, sabíamos que había esa necesidad»

07 oct 2020 . Actualizado a las 13:37 h.

Carolina Geneiro es argentina. y Melina Miot es brasileña. Juntas, y seguras, comenzaron toda una aventura profesional con O Sol Yoga Pilates, el primer centro que ofrece pilates de máquinas en A Mariña, con jornadas de puertas abiertas durante veinte días de septiembre, para que los clientes pudiesen conocer todas sus novedades. Y la verdad es que el resultado, ya entrados en octubre y encarando nueva temporada, ha sido de lo más satisfactorio, según cuenta Geneiro, aportándoles más ilusión y ganas si cabe en tiempos tan difíciles y de tanta incertidumbre. El negocio fue pensado antes del confinamiento y aprovecharon este para pulirlo, estudiar a fondo su mercado potencial en la comarca e incorporar necesidades ya derivadas del covid, como un sistema de renovación de aire que ha sido una inversión fundamental para conseguir un espacio «en el que la gente esté tranquila».

«La respuesta de la gente ha ido muy muy bien. Los horarios de clases de prueba los tuvimos completos. Ahora, los de pilates ya están casi completos y los de yoga también. Nos sorprendió muchísimo. Este primer impulso fue muy positivo. Creo que la gente tiene ganas de retomar rutinas y vida», señala Carolina Geneiro. Y de buscar el bienestar general, no solo físico sino también mental, una búsqueda que ha aumentado con el confinamiento, reconoce: «Muchas personas tuvimos como un reencuentro, de repensar y nos gustó, o no, lo que nos encontramos en esos momentos. Muchas personas despertaron conciencia, en ese sentido, y quieren indagar un poco más en sí mismas, buscar algo que les pueda ayudar a calmarse pero que a la vez les estimule y les haga bien. Las dos actividades [yoga y pilates] ofrecen esa actividad. Me parece que hay también un impulso de la gente para estar en este tipo de ambientes».

¿Es valentía, atrevimiento, confianza abrir un negocio en plena pandemia?. Carolina responde así: «¡O locura! (ríe). Nosotras venimos estudiando este negocio desde hace un año, por lo menos. Lo empezamos a pensar antes del confinamiento y tuvimos la posibilidad de estructurarlo durante el confinamiento. Primero, no nos dio miedo porque teníamos la seguridad de que estábamos haciendo algo que ya se iba a adaptar desde un principio a esas circunstancias, de que iba a tener la posibilidad y también porque estudiamos mucho a nuestros clientes y sabíamos que la gente tendría la necesidad de buscar estar mejor».

«Tenemos la ventaja en A Mariña de que estamos en un ámbito propicio para todo este tipo de actividades, en el sentido en que tenemos el mar, la montaña, tenemos un entorno que promueve estar desconectado y relajarse, desconectarse de fuera para conectarse adentro», señala, aunque el clima en las estaciones frías no posibilita tanto las actividades aire libre. Por eso apostaron por crear un «espacio donde poder estar cómodo».

Meses atrás, ciertos brotes de covid se relacionaron con la actividad de un gimnasio. Ella comenta, al respecto: «Estuvimos investigando y no hay tantos casos asociados a centros deportivos». «Lo que nosotras hicimos -concreta- fue instalar un sistema de aire. Unos tubos atraviesan todo el centro. De un lado, entra el aire del exterior y del otro, sale el que estamos utilizando; garantiza tener el aire limpio para poder hacer una actividad, sumado a que estamos casi a 1,80 metros entre persona y persona».