Los albergues públicos siguen cerrados y dan vida a los privados

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

ALBERTO LÓPEZ

Continúan abriendo nuevos negocios para acoger peregrinos, en Ribadeo dos más

27 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales del mes pasado comenzaron a reabrir los primeros albergues públicos de Galicia tras su adaptación a las medidas del covid-19. Retomaban así la actividad, con una capacidad máxima del 50 % del aforo (en los privados la Xunta autorizó hasta el 75 %, para fomentar la recuperación del sector tras los meses de cierre obligatorio por las restricciones por el coronavirus).

«Nuestro objetivo es que los peregrinos que vuelvan a la Ruta Jacobea puedan hacerlo con las mayores garantías de seguridad posible», manifestó entonces el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, incidiendo en que la reapertura gradual de los albergues públicos fue una decisión que se consensuó con los agentes implicados para garantizar la atención a los peregrinos y, al tiempo, potenciar la reactivación de los albergues privados.

El compromiso fue que, en cualquier caso, el 1 de julio todos los establecimientos públicos estuviesen listos para, en caso de detectarse una necesidad por parte de la Xunta, de los ayuntamientos por los que transcurre el Camino o el propio sector, pudiesen retomar su actividad de manera inmediata. Unas necesidad que, a la vista de los acontecimientos, no se ha detectado aún en A Mariña, porque de momento todos los albergues públicos y municipales, los de Ribadeo, Barreiros, Lourenzá y Mondoñedo, siguen cerrados.

Su adaptación para la realidad que impone el covid-19 requerirá de medidas como instalar cartelería informativa con las principales recomendaciones contra el coronavirus; proveer a los establecimientos de materiales de protección como geles y solución desinfectante, papeleras de pedal, guantes o bolsas; inutilizar las plazas que no serán ocupadas; instalar señalización indicativa para garantizar las distancias en las zonas de uso compartido, y restringir el uso de servicios comunes. Además de las medidas de higiene que habrá que aplicar cada día.

El caso es que, en tanto, la iniciativa privada, pese al demoledor impacto del covid-19, sigue viendo futuro en el Camino Norte y continúan abriendo y preparándose nuevos establecimientos.

En el Concello de Ribadeo, por ejemplo, que este año, aparte del municipal, contaba con otros dos albergues en el casco urbano: A Ponte, con 28 plazas, y Viruxe, con 20, se ha unido otro en Vilela: A Pena, que abrió el 1 de julio con 17 plazas. Además, está próxima la apertura de otro albergue, situado en un edificio en las inmediaciones de la oficina de turismo, con 32 plazas.

En estas instalaciones privadas, no exclusivas para peregrinos pero sí orientadas a ellos, el precio de la plaza es sensiblemente superior, de los 8 euros que se cobra en los albergues públicos a cantidades que oscilan entre 12 y 17 euros.

Hay más proyectos, en varios municipios de A Mariña, pero algunos se han visto alterados por el covid-19, que ha dejado en el aire las expectativas que suscitaba el Año Jacobeo 2021. Y más por el crecimiento que se auguraba al Camino Norte, que el año pasado volvió a situarse como la tercera ruta más frecuentada en Galicia (por detrás del Camino Francés y del Portugués) con 19.019 caminantes, y siendo Ribadeo el lugar elegido por más peregrinos del Camino Norte para iniciar la ruta a Santiago. En julio y agosto, la media diaria de peregrinos fue de 130. En concreto, en julio se contabilizaron 2.200 caminantes; en julio, 2.569; en agosto, 3.563, y en septiembre, 2.112.

Ahora todo está en el aire. La presencia de peregrinos, aunque evidentemente va a más desde hace días, está aún muy lejos de recuperarse. Y todo ello, pendientes de cómo evolucionen los rebrotes del coronavirus, que están poniendo en duda la vuelta real a la normalidad.

Como en el resto de la hostelería, estos son meses claves para cuadrar las cuentas en los albergues. A la vista está de los datos del año pasado, cuando en enero, por ejemplo, sin el efecto del covid-19, solo pasaron por el Camino Norte 54 peregrinos; en febrero, 90; en marzo, 224; en noviembre 323, y en el mes de diciembre, 89.