El drama de la hostelería de A Mariña, con centenares de despidos en un día

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

X. F. RAMALLAL

Pérdidas millonarias: solo el Grupo A Quinta rescindió 54 contratos y Las Sirenas una veintena

10 jul 2020 . Actualizado a las 22:18 h.

Con la nueva normalidad, el término acuñado para la época postcovid, las expectativas eran inmejorables en A Mariña. El aval de ser una zona libre de coronavirus y la excelente relación calidad-precio situaron a la costa de Lugo como un destino preferente y las reservas se dispararon. Pero los brotes de Xove y Burela aguaron esta dinámica y ahora ponen en el disparadero a un sector del que dependen centenares de empresas y miles de empleos, directos e indirectos. El lunes pasado, tras el cierre de la comarca decretado por la Xunta, fue probablemente uno de los días más negros en la historia del empleo en A Mariña, con centenares de personas que perdieron su trabajo. Fue la consecuencia del carrusel de anulaciones de reservas hoteleras, que no ha cesado desde entonces y de un cierre indiscriminado de A Mariña, que afecta por igual a concellos donde no hay positivos de covid-19 como a otros como Burela, que aglutina al 70 % de los casos. Esta es la principal queja, que llega a la indignación, de hosteleros de municipios eminentemente turísticos como Ribadeo o Viveiro, que echan en falta una mayor beligerancia por parte de los alcaldes en defensa de sus intereses.

El alcance de la crisis es insospechado, aunque se teme que muchas empresas no logren remontar el vuelo. Durante esta semana, muchos hoteles han decidido volver a cerrar (el número aumenta a diario), a la espera de que se vuelvan a permitir la movilidad.

El grupo A Quinta, por ejemplo, al iniciar julio contaba con 120 empleados. El lunes rescindió el contrato a 51 y en los días sucesivos a tres trabajadores más, a todo el personal de refuerzo de la campaña estival. «El panorama que se presenta es de hecatombe total. Este invierno va a resultar muy difícil de superar para gran número de empresas del sector. Es como si te cayeras al mar; al principio no notas el agua tan fría, pero pasan las horas y entras en hipotermia», dice Juan Carlos Fernández Carreiras, propietario del grupo A Quinta.

Y es que en ese panorama se presenta, a partir de septiembre, la dureza del invierno; el vencimiento de los créditos ICO; hacer frente a deudas y pagarés; las moratorias de las facturas de la electricidad... ya el 25 de julio el pago de impuestos de 2019. Y todo ello, sin apenas ingresos: «El problema ya no es ahora, es el futuro, que se puede ver claramente lo que se viene encima», añade.

No son pocos los hosteleros consultados, algunos con plantillas de trabajadores muy importantes, que consideran que las decisiones que se están tomando no valoran su importancia como motores del empleo y de la economía. Auguran una cascada de cierres y echan en falta que no se les ponga en el centro del análisis.

Insisten en que no se entiende el cierre de toda A Mariña y que la consecuencia, en términos de desempleo y de desaparición de empresas, que ya se está viendo, va a sumir a la comarca en una grave crisis que se tardará mucho tiempo en remontar.

De momento, la consecuencia es que las plantillas de los locales que no han preferido echar el cierre se mantienen, en la mayoría de los casos, con las que tienen de invierno. «Pero los efectos son mucho mayores, porque esto afecta a todo el empleo indirecto, desde carnicerías a pescaderías, distribuidores... Estamos hablando de miles de personas», apunta Juan Carlos Fernández Carreiras.

En el Parador se cancelaron unas 400 habitaciones desde el domingo

El confinamiento de A Mariña ha traído como consecuencia la cancelación de miles de habitaciones. Las pérdidas son millonarias. Un ejemplo lo supone el Parador Nacional de Turismo de Ribadeo. Su director, Antonio Graña Vázquez, señaló: «Desde el domingo hasta hoy se habrán cancelado unas 400 habitaciones». Como es lógico, esta situación también ha tenido en el Parador consecuencias en el empleo, con la rescisión de empleos temporales. Todo a la espera de cómo evolucionan los contagios y si al final se levanta el confinamiento en algunos municipios. Ribadeo, según los últimos datos de la Xunta, tenía cuatro positivos.

«Esta semana teníamos algún día que estábamos completos y ahora estamos con cuatro o cinco habitaciones de empresa ocupadas. Lo peor es que no se ha caído solo esta semana. Estamos intentando tranquilizar a los clientes que tienen reserva para la próxima semana en adelante, pidiéndoles que tengan un poco de paciencia, porque la Xunta tendrá que resolver algo el jueves o el viernes, insistiendo en que si tienen que cancelar no tienen gastos», añadió Antonio Graña.

Su opinión es que julio «o mucho cambian las cosas, o ya está perdido. Agosto no, porque se ve aún un poco lejos. Pero lo cierto es que para agosto, en este nuevo contexto, ya no están entrando nuevas reservas», concluyó el director del Parador Nacional de Turismo.

Las Sirenas en Viveiro: «De las 87 reservas para el sábado, quedan 11»

José Manuel Pereira, gerente del complejo turístico Las Sirenas de Viveiro, el de mayor capacidad de toda A Mariña, también aporta datos concretos para comprender la magnitud de la crisis que se ha desatado en la hostelería y, por extensión, en el conjunto de la economía de la comarca. En este caso, se han tramitado una veintena de despidos, con su reincorporación condicionada a que se reactive la actividad. En julio, en Las Sirenas la incorporación de personal es paulatina, conforme avanza el mes y van acudiendo más visitantes. Todo eso se ha frenando de golpe.

«Si levantan el confinamiento y vuelven a hacerse reservas, volveremos a contratar a toda esta gente, pero en las condiciones actuales no puede ser», explica. Y aporta un dato esclarecedor: «El 5 de julio, la previsión que teníamos para este miércoles era de 48 habitaciones ocupadas, y bajaron a 9. Y de la previsión que teníamos para el próximo sábado, de 87 habitaciones ocupadas, este martes ya solo seguían dadas de alta 11. El mes de julio va a ser un desastre, quizás la última semana se pueda recuperar algo si nos levantan el confinamiento. Pero la situación para el sector hotelero es muy complicada, insostenible».

Alivio en el restaurante San Miguel: el positivo no contagió a ningún empleado ni a sus familias

Tras el positivo declarado en la plantilla del restaurante San Miguel de Ribadeo, de un auxiliar de cocina, que llevó a la dirección del establecimiento a cerrarlo inmediatamente y a anunciarlo públicamente (lo que suscitó unanimidad de comentarios positivos en las redes sociales por su proceder), todos los test realizados al resto de trabajadores del establecimiento y sus familiares han resultado negativos.

Lo confirmaron fuentes del restaurante ribadense, que reconocieron que estos días que pasaron de incertidumbre, tras detectarse el positivo, se convirtieron en un verdadero infierno para todos ellos.

Los negativos evidencian también que las estrictas medidas de protección frente a los contagios implantadas en el restaurante dieron sus frutos.

Cuarentena

Pese a esta buena noticia, el restaurante San Miguel, ubicado en el puerto de Porcillán, seguirá cerrado, porque la plantilla de trabajadores aún debe pasar unos días en cuarentena.

En cuanto se tenga fecha de apertura, se comunicará a la clientela.

Desde el restaurante tuvieron una vez más palabras de agradecimiento para todas las personas que les han hecho llegar su aprecio en estos momentos complicados.

Añadir que el trabajador que dio positivo continúa en situación de confinamiento en su domicilio. Su evolución es favorable.

La noticia de los negativos en el restaurante San Miguel fue recibida con alegría entre los colegas hosteleros y se celebró en Ribadeo donde, como en el resto de municipios, hay una gran preocupación a que los contagios se extiendan.