Quejas por el trato que recibió una anciana que fue desalojada por la Guardia Civil del centro de salud vicedense

La Voz O VICEDO / LA VOZ

A MARIÑA

cedida

La familia protestó ante el Sergas pidiendo responsabilidades

23 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una octogenaria y su familia presentaron una queja ante el Sergas para denunciar la situación que vivió la mujer en días pasados en el centro de salud local de O Vicedo, del que, aseguran, fue desalojada por la Guardia Civil. En la denunciada registrada, Amada López asegura que el 9 de junio se desplazó al ambulatorio para pedir vez para el control del sintrom. Se la dieron para el 16. «El 16 de junio me presento en el centro de salud a las 8.50 horas, entro y me siento en la sala de espera. Fuera del edificio había tres personas esperando». «Se me acerca la persona encargada de dar las citas y me dice que tengo que esperar fuera. Le digo que no me conviene estar esperando de pie porque tengo la tensión baja y me mareo. Viene la ATS, me mira la fiebre y no tengo, entonces insiste en que tengo que esperar fuera. Como no me muevo, viene la doctora y me repite que tengo que salir del edificio», explica la paciente, que asegura que la doctora amenazó con llamar a la Guardia Civil. Según su versión, los agentes le indican que debe salir porque la autoridad allí es la médica: «Amablemente intentan ayudarme a levantarme, en un primer momento rechazo la ayuda, pero al querer salir me flaquean las piernas y me mareo, por lo que los dos guardias me ayudan a llegar a la acera, allí me apoyo en una farola, pero no aguanto de pie, entonces uno de los guardias va a buscar una silla mientras el otro ayuda a sostenerme».

Asegura que la Guardia Civil le pidió el DNI y se fue. «Cuando llega mi hija son las 9.20 horas y hay ocho personas esperando en el porche del edificio del centro, en el que hay una rampa de acceso con marcas para separar a dos personas y un banco para que se sienten otras dos (..) Está lloviendo. Sobre las 9.35 horas queda libre el banco y paso a ocuparlo para no seguir mojándome», indica la paciente, que asegura que su hija le preguntó a la auxiliar administrativa y a los pacientes que esperaban qué criterio se seguía para llamar para la prueba del sintrom, sin obtener una respuesta clara.

«Cuando me toca el turno entro en la consulta con mucha dificultad, ayudada por mi hija y otro señor. Puedo entender que haya que extremar las medidas sanitarias para intentar evitar el contagio por coronavirus, pero esto no justifica que haya una sala de espera de muchos metros cuadrados vacía mientras los pacientes esperan fuera del edificio de pie, al frío y mojándose si llueve». En el escrito se denuncia la falta de humanidad con una octogenaria con problemas de salud, así como la «falta de profesionalidad por parte del personal sanitario, porque además de no atender a quien lo necesita, le provoca un mal mayor enviándolo a la calle sin ni siquiera suministrarle una silla donde sentarse (..) Por parte del personal administrativo no se organiza la concesión de citas, se cita a todo el mundo a la misma hora, tampoco organiza el espacio dentro de la sala». Denuncian que se recurriera a la Guardia Civil «para desalojar de un centro de salud a una mujer anciana». La familia solicita «una disculpa por escrito del personal sanitario y administrativo (..), que se inspeccione y se corrija esta forma inhumana y nada profesional de tratar a los pacientes y de organizar la prestación del servicio» y que se permita la ocupación de la sala de espera señalizando los asientos ocupables «de manera que se respeten las distancias de seguridad conforme a la normativa estatal y autonómica vigente».