La SD Viveiro sube a Segunda Galicia en su primer año federado

Iván Díaz Rolle
i. díaz rolle VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

cedida

El equipo viveirense era tercero cuando estalló la pandemia y fue premiado al no poder jugarse el play off

05 jun 2020 . Actualizado a las 12:58 h.

La pandemia ha impedido que Fonsagrada (39), Matela (37) y SD Viveiro (36) mantuviesen hasta el final su bonita pugna por las dos plazas de ascenso directo en Tercera Galicia. Sin embargo, el próximo curso podrán volver a medirse en la categoría superior, porque al no jugarse el play off, la federación ha premiado los méritos deportivos viveirenses, que aventajaban en diez puntos al cuarto clasificado, un Friol B al que vencieron 0-5 en el último partido antes de la crisis.

«De poco valía esa ventaja porque en el play off los cuatro equipo íbamos a tener las mismas opciones», razona Pablo Iglesias, el capitán que ha llevado al puerto deseado a la nave celeste en su primer año de vida. «Iban a dar tres ascensos de todos modos, y no pudiendo jugar las eliminatorias lo normal es ajustarse a los méritos deportivos, aunque quedaba una parte muy importante de la liga».

Con una filosofía de juego combinativa y la intención de dar posibilidades de seguir jugando a los chicos que salen de la base del Viveiro, el recién creado conjunto filial ganó doce partidos y solo perdió cuatro. «No estoy descontento, pero creo que hay muchos aspectos en los que tenemos que mejorar», subraya un entrenador que, no obstante, aplaude el compromiso con el objetivo de los suyos.

Su equipo fue el máximo goleador. Y además los 55 tantos se los repartieron entre 16 futbolistas. Carlos Teixeira (9), Álvaro (6) y Guijarro, Sergi y Álex Mateo (5) fueron los más acertados en esa faceta en un conjunto en que también destacó Macly, que ya tuvo alguna oportunidad con el primer equipo.

Iglesias no desveló sus planes para el próximo curso en Segunda Galicia, pero sí apuntó la intención de seguir dando la oportunidad de jugar al «mucho talento» que hay en Viveiro y la zona. «Pocos pueblos tan pequeños han sacado tantos jugadores para grandes equipos», termina.