Las primeras logias de A Mariña fueron La Perfección y La Fortaleza, de Ribadeo

MARTÍN FERNÁNDEZ VIVEIRO/LA VOZ

A MARIÑA

ARCHIVO MARTÍN FERNÁNDEZ

La primera, de la que poco más se conoce que su nombre, se creó en 1873 y la segunda en el año 1880

17 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las dos primeras logias masónicas de A Mariña fueron La Perfección, de 1873 a 1877, y La Fortaleza, en 1888, ambas de Ribadeo. De la primera poco más se conoce que su nombre y el de su portaestandarte, Catón, pero Alberto Valín y otros creen que detrás de ella estaban el alcalde Andrés de la Cavallería y Segundo Moreno Barcia, Manín, (1841 Ribadeo-1909 A Coruña), abogado, director de la Escuela de Naútica, diputado y redactor del proyecto de Constitución para el Estado Galaico del Partido Republicano Federal y Gran Mestre de la Logia Simbólica Galaica.

De La Fortaleza, en cambio, se conocen casi todos sus miembros a raíz de diversas publicaciones de la prensa masónica nacional. El estudioso Carlos Pereira Martínez dice que la formaban Justo López Sela, José Fernández y Emilio Más. En una noticia de ayudas para afectados del cólera en Murcia, aparecen también Antonio Campo Casas, José Pérez Villamil ?librepensador, republicano, catedrático de Medicina- y Francisco Górriz, entre otros. Y en Las Riberas del Eo de 1899 aparece una propuesta para crear en la villa una sociedad de obreros en la que figura como maestre de la logia ribadense Francisco Ordóñez Requejo y como secretario de ella, Marcos González, Hiram.

El historiador asturiano Víctor Guerra García añade a los anteriores miembros los de Francisco Salvadores Robles, escribano y funcionario judicial, Tomás González y Francisco Ordóñez Barros, procurador de los juzgados de Mondoñedo y Ribadeo. Y, como se comentó, estuvo afiliado Mamerto Infanzón, militar y corresponsal de prensa.

Un precedente de la masonería ribadense fue Gabriel Yanguas Campoamor, subteniente retirado en la villa que, tras la Guerra de la Independencia, de 1808, hubo de exiliarse a Francia donde pasó varios años antes de instalarse en A Coruña y Ribadeo como profesor de francés.

La masonería tuvo una gran importancia en la Ría de Ribadeo. Hasta tal punto que uno de sus hijos, Augusto Barcia Trelles, llegó a ser el Gran Maestre del Oriente Español y Soberano Comendador del Supremo Consejo del Grado 33, el máximo de la Masonería Española. Barcia Trelles nació en Vegadeo, estudió en Ribadeo, fue diputado, Ministro de Estado y de Gobernación con Manuel Azaña y Presidente del Consejo de Ministros durante tres días en los años convulsos de la 2ª República. Fue también Ministro de la República en el exilio. Franco lo inhabilitó, condenó a 30 años de cárcel, multó con 25 millones de pesetas, confiscó sus bienes y le quitó la nacionalidad…

Destacados masones de Castropol fueron Jerónimo Alvarez Freijo, Roque Gayol, José Iglesias Fernández y Manuel Alvarez Pico; de Tapia, aunque nacido en Castropol, el periodista Francisco Caramés Riopedre, exiliado en Cuba y Argentina; de Ribadeo, Américo Carranque, en la logia coruñesa y A. Caballero Pulpeiro, en la de Logroño. En el periodo republicano, destacaron el alcalde exiliado Rafael Fernández Cardoso; Fidel García González, directivo del Ateneo en 1923 ?según Chemi Lombardero-; y el profesor y concejal socialista Manuel Margolles Déspora, Pi i Margall.

Leiras Pulpeiro, Vallibria Redempta y pioneros de A Mariña en la masoneria

La tercera logia de A Mariña fue la de Mondoñedo. Se llamaba Vallibria Redempta, su Venerable Maestre era el médico y poeta Manuel Leiras Pulpeiro, Lúculo, y su representante ante la logia gallega era el militar Santiago Gálvez, Conde Padilla. Leiras era hijo del médico Vicente Leiras Mon, de Lindín (Mondoñedo) y de Matilde Pulpeiro García, de Cangas (Foz). Nació en 1854 y se casó a los 34 años con Antonia Andía Villar con la que tuvo ocho hijos. Presidió en Mondoñedo el Partido Republicano Federal y fue un popular médico que siempre consideró a los pobres y humildes.

Galeguista y anticlerical, «a cregaxe opresora» le causó grandes incomodidades al casarse por lo civil cuando ya tenía dos hijos. Murió a los 58 años y su cadáver fue conducido al cementerio civil de Mondoñedo rodeando al féretro dos filas de personas con antorchas encendidas, a hombros de amigos, llevando las cintas los médicos Barja y Fanego y los farmaceúticos Ferreiro y Cunqueiro y con el Orfeón Veiga en la comitiva. La placa con su epitafio, financiada por los emigrantes mindonienses en Argentina, dice: «Amou a verdade e practicou o ben».

Leiras fue el mejor ejemplo de la masonería y sus valores. Una masonería que, según Valín, ya en su primera logia gallega en 1814, la Reunión, de A Coruña, tuvo a tres mariñanos en sus filas: Ramón Ibáñez, militar hijo del Marqués de Sargadelos, Rómulo; Antonio Moscoso Vázquez, militar, de Viveiro, Scipión; y Vicente Antonio Moscoso Vázquez-Montenegro (Viveiro 1796-Ferrol 1867), Aristóteles, que fue capitán y diputado en Cortes. Isabel II lo nombró Conde de Barallobre (Ferrol). Los tres formaron en A Coruña la 2ª logia gallega, los Amigos del Orden, con todos sus miembros militares de Artillería.

En Viveiro, El Triángulo de la Fraternidad y en O Vicedo Hijos de Hirám

El inicio de la masonería en Viveiro llegó con la 2ª República, en 1931, al constituirse la logia Triángulo de Fraternidad Humana por parte del abogado socialista Andrés García Ferreiro Colín. No obstante, el profesor Carlos Nuevo Cal ?a quién seguimos en este capítulo- dice que a fines del XIX ya funcionaba una pequeña logia de la que formaban parte, entre otros, el médico dos pobres Ramón Díaz Freijo y el farmaceútico José Pla. El Triángulo se reunía en un local de UGT que, con motivo de la revolución de Asturias, fue registrado y clausurado. En él se encontraron dos planchas ?hoy en el Archivo de Salamanca- que recogen su cuadro oficial: Bonifacio González Pedre, maestre (luego fusilado en A Coruña), Miguel Moreno Barona, Alvaro Franco Fernández, Manuel Antonio Méndez, Alberto Riveira Fernández y otros como Acacio Vázquez Míguez, Antonio Díaz Santiago, José Melón Rodríguez y Vicente García Hervás.

Relacionados con esta logia figuran también José Galera Moreno, maestro de San Román; Rogelio Pena Blanco, Marden, industrial de Galdo que fue concejal en Lugo; y Ramón Rodríguez Prieto, abogado de Ourol y presidente en Viveiro de Izquierda Republicana. A ellos se añadirían, según el estudioso coruñés Carlos Pereira, José Vidal Couto, Rafael Cobelo, José Villar Eiroa, Eduardo Doval, José Mª Méndez, Juan Eiroa Gómez, Manuel Porto, Esteban García Almoina y Pedro Albo Peña.

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Logia en Riobarba-O Vicedo

En Riobarba-O Vicedo funcionó, desde 1933, la logia Hijos de Hirám. Su cuadro tenía a Orencio de Sola Calavia, Emilio Zola, mecánico, como maestro, y lo constituían Modesto Infante Parapar Azaña; Jesús Castaño Galdo, J. del Campo; Nicolás Blanco López, Fermín Galán, empleado; Antonio Carrera Calvo, propietario, Hirám; Manuel Martínez Blanco; José Díaz Costa, Pablo Iglesias, empleado; y otros como Francisco Lamelas Talín, Heliodoro Fernández, José Bares, Manuel Sampedro, Francisco Colón, Emilio Fernández Doval, Jesús Iglesias Eiroa, José A. Escourido López, Jesús Castaño Galdo, alcalde de Maañón, y Luciano Pérez Regueira, alcalde de Riobarba.