El otro «estado de alarma»: cada vez hay más mariñanos que demandan alimentos

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Cruz Roja reparte estos días en Viveiro alimentos del Concello y alimentos donados por la Unión Europea
Cruz Roja reparte estos días en Viveiro alimentos del Concello y alimentos donados por la Unión Europea CEDIDA

Cruz Roja en Viveiro o Bumei, en Burela, registran un gran aumento de peticiones por los ERTEs y la falta de opciones laborales

23 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con temor por lo que pueda ocurrir e incluso «reparo» porque nunca se habían visto en una situación así, un buen número de mariñanos que antes de la irrupción del coronavirus «nunca habían estado en crisis» están teniendo que recurrir a los servicios sociales de sus ayuntamientos o a organizaciones sin ánimo de lucro para solicitar alimentos. El dato lo constatan en Cruz Roja Viveiro y en Bumei (Mulleres en Igualdade de Burela), que en las últimas dos semanas están registrando un gran aumento de peticiones de comida por parte de gente que hasta ahora no había precisado de los recursos que ofrecen porque tenía trabajo, es decir, tenían una fuente de ingresos más o menos estable con la que pagar el alquiler o la hipoteca, los suministros de electricidad y agua, el teléfono, la comida... «Hay un montón de familias que están esperando a entrar en las listas [de reparto de alimentos] porque están en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo). Hay mucha gente de la hostelería que lleva más de un mes sin trabajar y sin cobrar y que no puede pagar la comida, tiene el alquiler pendiente..., y llega un momento en el que no le queda otra», expone Sara Vizoso, trabajadora social de Cruz Roja en Viveiro, que colabora estrechamente con los servicios sociales municipales. De hecho, Cruz Roja y Protección Civil se encargan de atender las llamadas de los solicitantes y recabar unos datos que luego trasladan a los servicios sociales, que se ocupan de elaborar los listados de beneficiarios del reparto, que se hace a domicilio. A veces también colabora la Policía Local.

La presidenta de Bumei, María del Mar Fraga, señala que hay numerosas personas que hasta ahora habían sobrevivido con más o menos apuros cuidando niños o mayores, o haciendo horas de limpieza, y que han visto recortadas de forma drástica su fuente de ingresos. «Y gente que ya estaba necesitada, ahora está doblemente necesitada», concluye.

Bumei realiza muchas entregas en su local y hace otras a domicilio
Bumei realiza muchas entregas en su local y hace otras a domicilio Cedida por la Asociación Bumei

«Un mes y pico o dos sin ingresos es un trompazo para cualquier familia; igual tu vecino las está pasando canutas»

Con la hostelería y el comercio cerrados y numerosos negocios de la comarca de A Mariña en la cuerda floja, la presidenta de Bumei (Mulleres en Igualdade de Burela), alerta de lo que se puede venir encima si la crisis por el coronavirus continúa. «Lo que está ocurriendo es tremendo. Como esto se prolongue un mes más, no sé qué va a pasar», comenta María del Mar Fraga, que a diario es testigo de las dificultades que están teniendo muchos mariñanos que se han quedado sin trabajo por el COVID-19. «Un mes y pico o dos sin ingresos es un trompazo para cualquier familia. Hay perfiles de familias que están necesitando ayuda que nadie se los espera; igual tu vecino las está pasando canutas», reflexiona Fraga, que desde hace dos semanas detecta un importante incremento en el número de peticiones de ayuda. Tanto de alimentos como de productos para el aseo y la higiene e incluso ropa. «Es una pasada», lamenta. Bumei atiende en estos momentos a 65 familias, pero además colabora con el Ayuntamiento de Burela en el reparto de comida donada por el Banco de Alimentos de Lugo. En ese punto destaca la colaboración con el Concello, puesto que presta el furgón en el que van a recoger la comida a Foz.

Despensa desabastecida

«Tenemos la despensa desabastecida totalmente y no podemos hacer campañas debido al confinamiento y a las restricciones de movilidad», cuenta Fraga, que señala que su colectivo intenta llegar a donde puede, pero las dificultades van en aumento.

Cruz Roja reparte esta semana 6.800 kilos de comida de la UE entre 77 familias viveirenses

Desde la semana pasada, Cruz Roja en Viveiro compagina el reparto de alimentos organizado por el Ayuntamiento con el de alimentos donados por el Fondo Europeo de Ayuda para los más Desfavorecidos (FEAD), que llegan de manera trimestral. De este último resultarán beneficiadas 77 familias viveirenses, entre las que se están distribuyendo 6.845,530 kilogramos de alimentos no perecederos, como aceite, pasta, arroz, leche, legumbres, galletas, tomate frito o conservas. «En este momento el reparto es más complicado por todas las medidas que hay que tomar por el coronavirus», apunta Sara Vizoso, trabajadora de Cruz Roja en Viveiro.

Trabajadores de Celeiro

En esa línea, Vizoso explica que están cooperando en la iniciativa los trabajadores del Centro de Día de Alzhéimer que gestiona desde hace años Cruz Roja en Celeiro, y que permanece cerrado como consecuencia de la emergencia por el coronavirus. «Tenemos un amplio dispositivo para hacer los paquetes, meterlos en el furgón y llevarlos a domicilio», relata.

Mano a mano con el Concello y con Protección Civil, antes cada 15 días y ahora una vez a la semana, Cruz Roja también reparte frutas y verduras donadas por el Banco de Alimentos de Lugo.

«La parte positiva de esto es que hay muchísima más gente solidaria de la que creíamos», María del Mar Fraga, presidenta de Mulleres en Igualdade Burela (Bumei)

Al tiempo que pone en peligro la salud y amenaza el futuro laboral y social de todos, el coronavirus también está haciendo aflorar algo bueno, como destaca la máxima responsable de Mulleres en Igualdade. «La parte positiva de esto es que hay muchísima más gente solidaria de la que creíamos», cuenta, y destaca las donaciones de pescado que realizan Armadores de Burela, S.A. (ABSA), Pescados Rubén o la Pescadería O Mexillón. También personas particulares que se dirigen al colectivo para ayudar. «La Guardia Civil nos está ayudando muchísimo», confiesa María del Mar Fraga. «Los alimentos frescos, según los recibimos, los repartimos. Y gracias a ellos están comiendo muchas familias», confiesa la activista social burelense.