El litoral costero conserva lugares de gran interés. Pero también hay verdaderas aberraciones
11 feb 2020 . Actualizado a las 15:53 h.La naturaleza ha sido generosa con A Mariña, una zona gallega que deja huella en todos los que la visitan con imanes turísticos tan reconocidos como la playa de As Catedrais o el zigzagueante O Fuciño do Porco. Sin embargo, el hombre no siempre se ha preocupado de cuidar esta belleza natural.
Un ejemplo muy notorio, y mediático, lo encontramos en Barreiros, el concello lucense que fue icono del bum urbanístico de Galicia. Las viviendas puestas en marcha en San Miguel de Reinante a mediados de la década pasada, en pleno éxito del ladrillo, y que nunca llegaron a ser terminadas, lo demuestran.
Otro caso de aberración urbanística que padece A Mariña pervive sobre la playa de Areoura, en Cangas de Foz, con nueve chalés construidos hace más de treinta años y aún inacabados y abandonados. En el mismo concello, en Foz, también se conserva en el centro, cerca de la Casa da Cultura, los cimientos y las vallas de una construcción que lleva años parada.
En San Cibrao, en Cervo, en el yacimiento de A Atalaia aún se conserva un esqueleto que afea esta bella zona cercana al faro.
En Viveiro, donde en el casco histórico saltan a la vista edificios abandonados y enclavados entre marañas de cables, también llama la atención el desaparecido Casino, en el que quedan poco más que paredes, escaleras, puertas y ventanas.
En Ribadeo, una prueba de abandono en el corazón del casco histórico se encuentra en la casona en ruinas de la calle Bispo Veres, a unos metros de la capilla de A Atalaia y del baluarte sobre la ría.
Junto a ello, hay más lugares afectados por el feísmo. ¿cuál es para ti el que más ha sufrido por la mano del hombre? Vota y opina: