Maricarmen Chipe, presidenta de Bágoas da Terra: «El primer viaje al extranjero de Bágoas fue a Argelia en los 60 y fue inolvidable»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Viveiro solicitará que la Mostra Folklórica sea declarada Festa de Interese Turístico Galego

06 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Maricarmen López Gómez, Chipe (Viveiro, 1942), recuerda que empezó a bailar «de muy niña» de la mano de Altita Pla cuando los grupos folklóricos «pertenecían a la Sección Femenina». «Más tarde le encargaron a mi hermana Gelines la continuidad de las danzas, pero lo tuvo que dejar y las cogí yo con 15 años o así, y desde entonces...», evoca con una sonrisa que mezcla recuerdos, alegría y orgullo la presidenta de Bágoas da Terra, una mujer cuya esencia es sinónimo de Semana Santa -es la portavoz de la Xunta de Cofradías-, de Mostra Folklórica Internacional y de Viveiro. «Permanecí siempre en Viveiro a pesar de que las circunstancias por mi matrimonio [su marido es magistrado] me llevaban a estar en otras ciudades, pero siempre quedé porque para mí Viveiro lo es todo. Incluso teniendo los niños y todo, yo quedé aquí», destaca.

-En el último tercio del siglo XX, Bágoas vivió un despegue espectacular...

-En los años sesenta viajábamos muchísimo. El primer viaje al extranjero de Bágoas fue a Argelia y fue inolvidable. En él hicimos amigos incondicionales con los que aún hoy tenemos una gran amistad. Íbamos cuatro grupos de España. Nos mandaba el Ministerio de Cultura, y cuando llegábamos a un país dábamos un colorido esplendoroso. Aquellos viajes incentivaron mucho a Bágoas. Fuimos a festivales de toda España y después por toda la Costa Azul: Cannes, Niza..., también la Bretaña francesa, Alemania, Grecia, Checoslovaquia, Polonia...

-El Concello de Viveiro solicitará que la Mostra sea declarada Festa de Interese Turístico Galego [la propuesta fue a pleno ayer]. ¿Cómo nació el certamen?

-Al extinguirse la Sección Femenina, los grupos quedamos huérfanos entre comillas porque hasta ese momento teníamos al Ministerio de Cultura que nos organizaba los viajes y las salidas. Ahí se deshicieron muchos grupos a nivel de España. Fue entonces cuando me surge la idea de organizar una Mostra de forma humilde, sin grandes pretensiones. Nunca pensé que pudiera llegar a la categoría que tiene hoy. Hasta la tercera edición no hubo grupos extranjeros. El primero fue uno de Checoslovaquia. Invitábamos a grupos españoles con los que teníamos una correspondencia...

-Y desde entonces la crítica y el público han respondido siempre...

-En la primera edición, en 1979, la Praza estaba abarrotada como sigue a día de hoy. La Mostra nació sin grandes aspiraciones, pero a la vista del éxito, estas fueron creciendo. Los grupos querían venir y eso nos estimuló a seguir con el festival. Y a Bágoas, como entidad, nos dio gran vida porque los grupos se empezaron a nutrir de gente que quería participar.

-¿Cuánta gente ha pasado por Bágoas da Terra?

-Cientos. No podría decir un número, y eso que no hay una movilidad rápida porque hay gente que entra en el grupo y está 15, 20 años o más. A diferencia de otros grupos, en Bágoas hay muchísimas más mujeres que hombres, pero nunca tuvimos problemas para actuar porque faltaran hombres. La creación de las escuelas infantiles fue muy importante porque empezamos a preparar a la futura cantera. De ahí van a salir los futuros bailarines.

¿Quién es? Maricarmen López González, Chipe (Viveiro, 1942), preside la asociación Bágoas da Terra y es portavoz de la Xunta de Cofradías de Semana Santa de Viveiro, entre otros.

Bágoas da Terra. Grupo folklórico fundado hace 62 años que dio origen a la Mostra Folklórica Internacional de Viveiro, que en el 2020 cumplirá 42 años.

«Mantenemos las raíces de los pueblos. Un tiempo estuve dedicada a recopilar danzas en sitios como O Cebreiro, donde recogimos la Danza de la Coroza, que solo tiene Bágoas»

Mantener el folklore y llenar «momentos y espacios» de ocio con contenidos «sanos y bonitos»

La presidenta de Bágoas da Terra destaca el apoyo que han brindado desde siempre a la Mostra tanto el Concello de Viveiro, como la Diputación de Lugo o la Xunta de Galicia. Subraya que sin esa ayuda económica será imposible mantener en el tiempo una cita en la que han mostrado su folklore en la Praza Maior de Viveiro cerca de 300 grupos de los cinco continentes. «Las subvenciones se van manteniendo, pero los costes se van disparando porque lo que pagábamos de transporte o de estancia y manutención de los grupos hace 15 años se multiplica por mucho ahora», indica, y apunta: «Tenemos claro que en el momento en que la Mostra no pueda conservar la categoría que tiene es mejor parar. Si por problemas económicos tenemos que bajar el listón, prefiero dejarlo».

-¿Qué destacaría de la Mostra?

-Su carácter ininterrumpido. No solo de la Mostra sino de Bágoas. El festival del Landro ahí quedó, los demás festivales son posteriores al nuestro, pero llevamos 62 años como Bágoas y en la Mostra 42. Aunque es feo que yo lo diga, creo que eso dice mucho de la entidad y de la organización porque si no hay seriedad, responsabilidad y constancia, las cosas van cayendo.

-¿Ha habido momentos malos?

-Claro. Hubo un año en el que en esta misma mesa [en la delegación de La Voz] a vuestra querida compañera Mar García le dije que lo dejaba, que era el último año. Hay veces que te encuentras desmoralizada o con problemas que parecen insalvables, pero al final salimos adelante. Por eso pediría a los organismos que siguieran apoyando algo que abre Viveiro al mundo. Y que al ser una actividad de ocio proporciona muchos momentos y espacios con un contenido sano y bonito para los niños, para los jóvenes.