A juicio por abuso sexual a una menor con «discapacidad leve» en el partido judicial de Viveiro

La Voz VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Imagen de archivo de un juicio en la Audiencia Provincial de Lugo
Imagen de archivo de un juicio en la Audiencia Provincial de Lugo ALBERTO LÓPEZ

La Fiscalía pide que condenen al acusado a tres años de prisión y que la indemnice con 8.000 euros

30 ene 2020 . Actualizado a las 11:03 h.

A puerta cerrada está previsto juzgar este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo a un acusado de presunto abuso sexual a una menor. Sucedió en una localidad del partido judicial de Viveiro, a finales de octubre de 2016. Ella tenía entonces 17 años y estaba «afectada de discapacidad intelectual leve y retraso madurativo», sostiene la Fiscalía. No llegó a consumarse la agresión porque la joven «pudo gritar para pedir auxilio y escapar».

Por el supuesto delito de abuso sexual, la acusación pública solicita que sea condenado a tres años de prisión. También pide que durante cuatro años se le prohíba acercarse a menos de 200 metros de la joven o comunicarse con ella. Además propone que sea sometido a libertad vigilada cuando salga de la cárcel. Excepto que en el juicio se acredite que resulta desproporcionada por las circunstancias personales del acusado, «en particular a su arraigo en España», también aboga por expulsarlo del territorio nacional e impedirle regresar durante cinco años.

Económicamente, la Fiscalía solicita que pague las costas judiciales y que indemnice a la víctima con 8.000 euros «por los daños morales».

Según el Ministerio Público, el acusado, sin antecedentes penales, se encontró con la menor en las proximidades del portal donde vivía. Él, añade, «era plenamente consciente» de que ella estaba «afectada de discapacidad intelectual leve y retraso madurativo que le limita su capacidad para autodeterminarse en las relaciones sexuales».

La Fiscalía afirma que el acusado, «prevaliéndose» de que la menor presentaba una «situación de vulnerabilidad por la falta de su libertad de decisión, logró que entrase» en el edificio y subiese con él a los cuartos trasteros. Allí sería donde él «comenzó a tocarla con ánimo lascivo y aproximar su cara a los labios de la menor con la intención de besarla». Al mismo tiempo, «la agarraba con las manos por la cintura para impedir que escapase». No lo consiguió porque, según la acusación pública, ella «pudo gritar para pedir auxilio y escapar a su agresor».

Cuando ella declare este día 30 en el juicio programado en la Audiencia Provincial de Lugo, se evitará que pueda ver al inculpado y viceversa.