La remera mariñana participó en una concentración en Sevilla con las mejores promesas de España
09 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El apelativo de promesa empieza a quedársele pequeño. Nerea Lago Cobas (Santander, 2003) reconoce que en casa ya les cuesta encontrar sitio para la infinidad de títulos que ha celebrado en apenas «cuatro o cinco años» en las filas del Club de Remo Ribadeo. Sus méritos no han pasado desapercibidos para los técnicos de la Federación Española, que la invitaron a una concentración en La Cartuja de Sevilla que se prolongó desde el pasado 29 de noviembre hasta este domingo. La ribadense -así se considera tras llegar a la villa mariñana con cinco años- ha aprovechado cada segundo para ser mejor, dice.
-¿Qué tal le va en Sevilla?
-Súper bien. Estoy muy contenta. Lo que me está pasando es una pasada, lo estoy disfrutando mucho.
-¿Cómo es su rutina ahí?
-Todos los días nos levantamos a las siete menos cuarto, desayunamos a las siete y a las ocho estamos en el agua. Hacemos unos ocho kilómetros en series durante unas dos horas. Desde las diez y media tenemos tiempo libre para descansar. Y por la tarde entrenamos otras dos horas, más o menos, hacemos unos 12 o 15 kilómetros, pero ya sin series, en rodamientos. Luego combinamos el agua con pesas y otros ejercicios, pruebas, remamos en parejas... Cada día cambia un poco.
-¿Es su primera vez con la selección?
-Sí, sí. Es que hasta edad juvenil no hay selección y yo hasta ahora era cadete. Entraré en edad juvenil en cuanto empiece el 2020.
-¿Preparan algún campeonato inminente?
-Por el momento esto es una primera toma de contacto. Han elegido a los que creen mejores para vernos y empezar a trabajar con nosotros. A partir de Semana Santa ya empiezan a preparar el Europeo y la Copa Juventud. Y ya en el verano el Mundial. Pero para eso aún falta muchísimo.
-¿A cuántos remeros han citado?
-Aquí estamos trabajando 16 chicas y 16 chicos.
-¿Qué significa para usted estar entre ellos?
-Significa muchísimo. Hay mucho esfuerzo detrás que, en parte, se ve compensado. Todos los madrugones, lo que cuesta compaginarlo con estudiar e intentar tener buenas notas y el sacrificio en cada entrenamiento y cada competición. Todo merece la pena por estar aquí. Disfruto cada segundo, venir a la selección española es un sueño cumplido.
-Y ahora que lo ha cumplido, ¿qué objetivo se propone?
-El objetivo es mejorar en el agua. He querido aprovechar al máximo esta experiencia porque en mi club tenemos unas condiciones que son difíciles para entrenar y progresar. Las instalaciones no son las mejores, ni el tiempo. Por eso ahora solo pienso en subir el nivel. Si lo consigo, seguro que vuelvo a disfrutar de estar en la selección y quién sabe si incluso puedo alcanzar algún gran campeonato.
«Este último ha sido mi mejor año, la clave para estar en esta convocatoria»
«Este último, sin duda, ha sido mi mejor año, la clave para estar en esta convocatoria con la selección española». Así lo explica una Nerea Lago que no ha parado de mejorar desde que en edad alevín comenzó a remar en el club de Ribadeo.
En 2019, sin embargo, prácticamente se subió al podio cada vez que compitió. En el mes de enero se proclamó en solitario campeona de España de remoergómetro. Además, junto a su compañera en el Club de Remo Ribadeo María Cociña forma un dúo de un nivel extraordinario.
El pasado mes de febrero se colgaron la medalla de bronce en el Nacional de larga distancia y en junio también fueron terceras de España en el doble scull de remo olímpico. A ello hay que sumar unas cuantas presas a nivel autonómico, recuerda la deportista mariñana.
Una carrera meteórica
Si bien, el idilio de Nerea con el podio viene prácticamente de su primera temporada federada. En el 2015 ya se proclamó campeona de España alevín en el doble scull. Poco antes ya se había coronado junto a María Díaz en el campeonato gallego y en una regata internacional en Portugal.
«En el 2016 fui también subcampeona de España, y en el 2017 quedamos cuartas en el cuatro scull en el Nacional», rememora una joven que aguarda seguir dando alegrías a quienes la siguen.
Su estreno con la selección española confirma las grandes posibilidades de futuro de la remera mariñana. Con la boca pequeña ya se atreve a soñar con nuevos retos internacionales en un futuro no muy lejano.
«Ahora solo pienso en subir el nivel. Si lo consigo, seguro que vuelvo a disfrutar de estar en la selección», concluye dispuesta a seguir trabajando.