La difícil vida de los equipos mariñanos en Primera gallega

A MARIÑA

PEPA LOSADA

El Celtas enlaza cuatro derrotas y el Carferlo solo ganó uno de seis partidos

26 nov 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

El inicio de temporada está siendo muy difícil para los dos grandes representantes del baloncesto mariñano en la primera categoría autonómica. El Carferlo Viveiro ocupa el farolillo rojo de la liga con cinco derrotas en las seis primeras jornadas. Su única víctima fueron sus vecinos del Macrocopia Celtas de Foz, que tras ganar sus dos primeros compromisos se hunden al perder cuatro seguidos.

Una situación que no ve ni mucho menos rara el técnico de los focenses, Armando Otero, en su curso de regreso a Primera Autonómica: «Los resultados no se salen de lo esperado. El equipo ha competido muy bien con la excepción del derbi ante el Viveiro». El Celtas ganó sus dos primeros compromisos con tanteadores igualados -66-69 contra el Eume y 53-47 frente al Cambre- y luego mantuvo el tipo pese a perder contra BBCA Castelo San Felipe (67-55), Narón (86-89) y este sábado contra el Noia (67-63). Ni siquiera en la «desconexión» del derbi sufrió un resultado abultado (42-52).

Otero invita a sus hombres a seguir trabajando en la misma línea. «No sentimos urgencia, sabemos que cada semana es distinta porque todos los rivales en esta categoría son exigentes y tienen fortalezas diferentes», explica. «Al mejor Celtas seguramente lo veamos a partir de Navidades», pronostica: «Tenemos mucha gente que estudia fuera y solo entrena los viernes. Cuando logremos encadenar unos cuantos entrenamientos con más gente el equipo mejorará en muchos factores», apunta.

El exilio del Carferlo Viveiro

La calidad de los entrenamientos del Carferlo Viveiro también baja por las obras del Municipal que le han desplazado a San Cibrao. «Perdemos un entrenamiento a la semana y también gente», explica un Carlos Novo que no cree que esta circunstancia haya condicionado los resultados hasta el momento. «El inicio ha sido más duro de lo esperado. Pero, salvo contra el Narón (82-49) que no estuvimos metidos, pudimos ganar cualquier partido. El tanteador es 1-5, pero podría ser 5-1 o 4-2 fácilmente. Hasta este sábado contra el Instituto Rosalía de Castro (69-64) tuvimos tiro para empatar», analiza el entrenador de un equipo cuya derrota más clara fue por solo ocho puntos.

El técnico viveirista no duda de que la reacción llegará: «Este equipo sabe lo competitiva que es la liga y ya empezó mal el año pasado. Los buenos resultados llegarán pronto».