Cientos de aficionados vieron la etapa final que discurrió por ocho concellos mariñanos
23 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Para la Volta a Galicia, A Mariña fue durante años un lugar de paso obligado y el monte San Roque uno de sus más emblemáticos y decisivos retos para el pelotón de la ronda. Tras once años sin pisar la localidad, la XVIII edición de la vuelta ciclista se resolvió en favor del catalán Martí Márquez en una etapa con inicio y meta en Viveiro y paso por la comarca.
La propia ciudad del Landro, Xove, Cervo, Burela, Foz, Lourenzá, Mondoñedo y O Valadouro, fueron las localidades por las que discurrió la cuarta etapa de la competición, de 130 kilómetros. Y en todas ellas respondió la afición mariñana para confirmar el tirón del ciclismo y espolear a los 78 deportistas (de 120 que empezaron) que alcanzaron la jornada decisiva.
Tráfico, que hizo una exhibición de medios, movilizó a 36 agentes y a 33 vehículos
En la meta en el monte San Roque la fiesta fue total. Además de juegos para los niños, la Guardia Civil de Tráfico montó una exposición de los dispositivos con los que trabaja habitualmente. Para la Vuelta a Galicia, Tráfico movilizó a 36 agentes de toda la comunidad, con 33 vehículos (28 de ellos motocicletas), que se encargaron de velar por la seguridad vial de todos los participantes en la prueba en las diferentes etapas, tanto ciclistas, como equipos. Actuaron bajo la coordinación del teniente Antonio Cid, que está destinado en Lalín. Ayer, en Viveiro, estuvieron acompañados por el teniente coronel jefe del sector de Tráfico de Galicia, Javier Molano.