Naseiro se despide mojándose por fuera tras empaparse por dentro

A. VÁZQUEZ, S.O. VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Los romeros recogen a partir de hoy sus casetas pensando en la próxima edición

29 ago 2019 . Actualizado a las 13:27 h.

Ni la lluvia ni el cansancio hicieron mella en las ganas de juerga de los romeros de O Naseiro, que tras cuatro días dándolo todo, empapándose por dentro, se mojaron por fuera con las lloviznas que cayeron entre el lunes y el martes. Quizás la sesión vermú del martes no fue la más multitudinaria y posiblemente la noche fue más corta que las anteriores. Pero todavía se pudo disfrutar de la esencia de O Naseiro por último día. La mayoría de las cabañas aguantaban, pero más de una ya había sido desmontada. El tiempo cronológico y atmosférico les afecta y, las que resistían, se notaba que no estaban como el Día do Polbo, el viernes.

El desgaste era evidente en las mesas de los romeros más jóvenes. En todo el recinto festivo era palpable que, aunque los ánimos estuvieran intactos, el martes de O Naseiro representa la resaca de los pasados cuatro días. Muchos asistentes piensan ya en la edición del año que viene, que esperan no sea tan «polémica» como la del presente y pueda regresar la tradicional bajada del río. Lo que a partir de hoy les toca a los romeros es recoger las casetas que durante estos días fueron su hogar. Quedan atrás cinco días de comida, alcohol, juerga y lluvia con la que los viveirenses disfrutaron como cada año.

Aún queda el sexto día, con atracciones para los pequeños

La Romaxe do Bo Xantar de este año perdió en el cartel el Descenso Humorístico de Landro, porque lo prohibió la Xunta, y ganó un día, el sexto, dedicado a los más pequeños. Hoy está anunciado el Día do Neno, con atracciones «a prezos populares» para los más pequeños. Ya los disfrutaron durante los días anteriores, conectando con la tradición da Romaxe do Bo Xantar y gozando con las máquinas de feria y las típicas tómbolas.

A que estos días fuesen seguros para los asistentes a O Naseiro contribuyó el despliegue de medios públicos, fuerzas de seguridad y servicios de emergencias, que lo dieron todo para ayudar a quien pudiera necesitarlo. Y también hubo el Punto Lila del Concello de Viveiro, instalado para informar y sensibilizar sobre la violencia machista, así como a atender a quien pudiera sentirla.